PREFACIO
I. Comentario General
1. El terreno. El trato cotidiano con hechos y problemas que
por rutina ubicarnos en el campo de lo económico nos induce, incautamente, a
pensar que el estudio de la ciencia económica es simple. Sin embargo a poco que
penetremos en su terreno veremos que éste no es ni firme ni llano. Su
conocimiento cabal está colmado de sutilezas y de matices; el panorama resulta
más complicado que el esperado. Pero no es menos cierto que la dedicación, el
tiempo y la experiencia permitirán que se llegue a comprender la estructura de
la teoría económica así como la relación existente entre las partes de la
misma. El camino a andar es un desafío a la voluntad del estudiante y explica
el por qué de la atracción que ejerce la economía como campo de actividad
científica y profesional.
La economía como ciencia presenta características y admite
posibilidades tan diversas que permite, por igual, que se acerquen estudiantes
que prefieren investigar hechos del presente junto con otros que optan por su
mayor nivel de abstracción, o que desean combinar ambas diferencias en la
búsqueda e interpretación de los hechos históricos. Además, el estudio de la
economía prepara adecuadamente para razonar procurando que las decisiones sean
más sabias, prudentes y coherentes. También facilita el conocimiento de los
instrumentos de política económica lo cual es un atractivo adicional para otros
muchos ya que, sin duda, la posibilidad de identificar objetivos y problemas
económicos tiene su encanto.
El campo de la realidad económica está sembrado de escasez y
se trata de atenuar esos problemas. La teoría económica procura entender ese
mundo complicado; ella es como un árbol que se nutre con elementos tomados del
suelo: se desarrolla con frescura y lozanía en los buenos tiempos y cuando ha
arraigado lo suficiente puede soportar las tormentas. Así transcurre la
actividad científica cuando está viva. Un economista ha dicho que la economía
es también un arte: el de la controversia; su capacidad de provocar polémicas
es muestra de fortaleza y los economistas encuentran en el debate el alimento
de su esperanza de contribuir a un mundo mejor bregando por la eficiencia en la
producción y por la equidad en la distribución.
Cada momento histórico aporta el tema de la polémica. Ante
él el economista revisa los conocimientos e instrumentos que cosechó en sus
años de estudio con la plena seguridad que encontrará algunos que le permitirán
no partir desorientado.
2. La enseñanza. Es una tradición aceptada y pacíficamente
mantenida en las universidades donde se enseña economía,que los planes para su
estudio deben incluir una materia (o dos cuando se la parte) donde se recopile
el conocimiento relevante y no controvertido alcanzado hasta el momento. Ese
saber es considerado como patrimonio común de la disciplina y se presenta en
forma simplificada. También así ocurre en otras disciplinas científicas y
artes. A este nivel introductorio le siguen, luego, los cursos intermedio y
superior. La enseñanza de la economía resulta así similar al reconocimiento de
un terreno con mapas y planos de distintas escalas: podría verse el universo
desde un satélite, fuego nos acercaríamos hasta un país, una región, una
ciudad, un barrio, hasta una casa. Cada nivel presenta sus propias dificultades
en cuanto al logro y la cantidad de información que podrá registrarse en el
mapa o en el plano; pero la escala nos informará en forma rápida lo que podemos
esperar. En el caso de la enseñanza de la economía cada nivel acepta su propia
modalidad de presentación de los temas (a veces incluso de los mismos temas) y
su grado de complejidad diferente.
Ello es así desde que comienza la etapa de la economía
moderna. Se sucedieron durante el siglo XIX varios textos introductorios de
economistas destacados: David Ricardo (primera edición en 1817), Thomas Malthus
(1820). John Mill (1821) y su hijo John S. Mill (1848), H. Sidgwick (1883),
Alfred Marshall (1890) y Vilfredo Pareto (1896). Las distintas ediciones de los
"Principies" de Marshall (la 8a. y última edición es de 1920 y a ella
han seguido más de 20 reimpresiones) dominaron el mercado hasta la terminación
de la lIa. Guerra Mundial ya que antes de ella apenas podrían mencionarse pocos
nuevos títulos de esta clase (H.M. Scott en 1931, Frederic Benham en 1938).
En cambio luego de la Guerra los buenos textos introductorios
se han multiplicado a partir del libro de Paul Samuelson (11 ediciones en
inglés luego de la primera en 1948 y casi una decena de traducciones). Baste
citar como ejemplos los de Alfred Stonier - Douglas Hague (5 ediciones: 1a. en
1953 y última en 1980), Richard Lipsey (5 ediciones: 1a. en 1963, más de 15
reediciones, varias traducciones), Lloyd Reynolds (1963), Roberto
Heilbroner-Lester Thurow (1968), Ronald Wykstra (1971), Richard Eckhaus (1972),
B. J. McCormick - P. Kitchin y otros (1974), Paul y Ronald Wonnacoií (1979),
Edwin Mansfield (1980), etc.
La mera comparación de estos manuales brinda una interesante
perspectiva acerca del desarrollo de la economía como ciencia. Los cambios se
aprecian tanto en el contenido como en la organización de los ternas sobre todo
a partir de la década de los
años 1950, notándose las mayores diferencias cuando el texto
es de origen británico en la cantidad de material teórico. La frontera del
conocimiento económico se refleja en el contenido de los artículos de las
revistas académicas que se incorporan con mayor o menor celeridad cuando se
convierten en progresos decantados a los textos de introducción (recuérdese que
la teoría keynesiana demoró nada menos de 12 años). La dificultad que está
presentando caracteres alarmantes es la extensión de estos textos ya que, por
ejemplo, las últimas ediciones de Samuelson o de Lipsey se acercan ya a las 900
páginas de un formato mayor, sobre todo en razón de que los textos están
orientados a diversos públicos y necesidades curriculares. Se ha generalizado
más recientemente la incorporación de diagramas, glosarios, biografías,
lecturas y problemas especiales, etc. Asimismo, sobre todo en los últimos
veinte años, debe destacarse la preocupación de autores y de editores por
facilitar la tarea docente y el aprendizaje de los alumnos a través de la
edición de guías para el profesor, cuadernos de ejercicios y de problemas,
antologías de lecturas, etc. Las más recientes innovaciones son los textos con
transparencias o los textos editados para acompañar la enseñanza por televisión
(como en el caso de la RAÍ de Italia). Por otra parte la calidad del diseño
artístico y de la diagramación gráfica presenta atractivos adicionales y, a mi
juicio, ha alcanzado un grado de excelencia.
Lamentablemente no se nota el mismo progreso en la calidad
de las traducciones; son frecuentes los errores graves en el uso de conceptos
técnicos así como en la interpretación de algunas frases donde los autores
aparecen traicionados respecto a los textos originales.
3. Los tomos de esta serie. Cada uno de los volúmenes que
integrarán esta serie responderá a los temas que, en general, están
incorporados en casi todos los textos introductorios de economía editados en la
última década. Es decir tratarán los elementos básicos de la disciplina así
como su ubicación en el campo científico, la historia sucinta de su desarrollo,
las grandes ramas de la teoría propiamente dicha y, finalmente, los problemas
económicos relevantes de la realidad procurando unir los cabos de la teoría con
los de la política económica.
Nuestro propósito actual es presentar gradualmente las
distintas partes mencionadas pero el grado de adelanto en su preparación no ha
sido parejo. El conjunto es fruto de notas preparadas para el dictado de clases
elaboradas durante muchos años, pero es obvio que el estilo y los comentarios
adicionales válidos para una clase estarían fuera de lugar en un libro. En
prensa se encuentran las dos partes que siempre ocasionan dificultades en la
enseñanza y en el aprendizaje en
razón de la organización del material y de su dispersión. Nos referimos a los
elementos básicos (ubicación de la ciencia económica, evolución de su
definición, la referencia a los métodos, la delimitación de los problemas
económicos, etc.): éstos temas se editan en "Economía: ciencia y
realidad" en tanto que el desarrollo del pensamiento económico nace como
"Breve historia del desarrollo del pensamiento económico". Luego
seguirán, los tomos sobre las dos ramas principales de la teoría económica
(micro y macroeconomía) ya escritos pero que requieren una hueva revisión y,
por último, se concluirá con él referente a problemas y política económica
orientados a presentar como funciona nuestra economía argentina y destacar el
marco institucional en el cual funciona.
4. Comentarios, para los estudiantes. La enseñanza
universitaria ofrece halagos diferentes según la materia que debe dictarse y la
edad de los estudiantes pero, sin duda, a mi juicio, ningún curso es tan
atractivo y reconfortante para un profesor como el de introducción a la
economía. La experiencia recogida en ellos ya sea a través de cambios en la
estructura del curso, la selección de los temas así como la necesidad de
explicar (y a veces reiterar) o el enfrentara grupos que año por año difieren
en su afán de estudio, su inteligencia, su interés o su apatía, su simpatía
humana, me alienta a presentar a los estudiantes lectores que no conozco pero
que seguramente no son tan diferentes a los que he encontrado en las aulas,
algunas sugerencias para facilitarles el estudio de la economía.
En primer lugar quede claro que esta serie se preocupa
fundamentalmente de temas teóricos. La enseñanza de la teoría no es caprichosa.
Se justifica porque con ella se aprende a identificar y a analizar luego los
problemas de la realidad. Es cierto que es abstracta pero es una gema preciosa
para adquirir una razonable capacidad de observación y de critica. Inicial
mente es necesario recoger elementos metodológicos, conceptos, y conocer cuáles
son los instrumentos disponibles en la disciplina. Más aún es muy importante
comprender que si hay algo por lo cual se justifica la existencia de la
Universidad es por ser la única institución social donde se crea y se enseña la
teoría y los fundamentos de las distintas disciplinas. El conocimiento
científico será la mejor de las defensas en la vida profesional; el
conocimiento práctico se puede adquirir con solamente el paso del tiempo y un mínimo de inteligencia. No siendo
así la enseñanza universitaria dejaría de ser tal para convertirse en algo
intrascendente, incluso sería una pérdida de tiempo y de esfuerzos lo cual supongo no es lo que los estudiantes persiguen a los
20 años.
Por lo tanto no se espere en esta materia, sobre todo en su
comienzo, encontrar una colección de problemas y la receta para resolverlos. En
economía no existen recetas aplicables a cualquier circunstancia; pero este
hecho que puede preocuparlos constituye un atractivo adicional: siempre hay que
pensar y el ingenio logra su lugar.
La materia de Introducción a la Economía (ó el curso de
Principios de Economía como también se denomina) puede por momentos resultar
árida. Presenta la dificultad propia de que se desconoce al comenzar el
lenguaje técnico, se tiene una idea confusa o apenas esquemática de su
contenido: los ladrillos parece que corresponden a edificios distintos. Ello es
normal y también ocurre cuando se comienza a estudiar derecho, filosofía,
sociología y otras artes o disciplinas. Por lo tanto no debe ser un motivo de
desaliento o de preocupación.
Es conveniente estudiar economía adoptando un libro como
básico. El libro elegido debe ser "trabajado": es decir no solamente
leído, sino leído con la suficiente atención (no frente a la TV) como para
subrayar definiciones o lo sustantivo que se encuentre.
El estudiante debería pensar, sobre todo ahora que se
encuentra en las puertas de una carrera, en definir la modalidad que utilizará
para señalar sus textos: por ejemplo adoptando subrayados diferentes, símbolos
o signos marginales, colores, etc. No hay ningún sistema adaptable a todas las
personalidades y costumbres, pero si creo que es muy conveniente que cada uno
piense en decidir uno que le resulte práctico y en el cual pueda luego
persistir en toda su vida.
Si alguna explicación le resulta oscura, búsquela en otro
libro y traslade 16 mejor y necesario a su propio libro. Para esta tarea los
índices temáticos son muy útiles. Cuando se encuentre con diagramas (y en el
desarrollo de la teoría económica se encontrará con uno a cada paso) reprodúzcalos
en un papel y preste atención a las variables que registrará en cada eje así
como a las unidades de las mismas, procure comprender el por qué de la posición
de tas distintas curvas o rectas que incluye en el diagrama, interprete los
puntos importantes que generalmente suelen ser las intersecciones con los ejes
o de las curvas entre sí; preste atención a los puntos de tangencia; interprete
las zonas qué quedan encerradas por las curvas y los ejes; cambie las
posiciones de las curvas e intérprete la nueva situación. Si se convence desde
ya, su estudio le resultará más atractivo y lo apreciará en los exámenes.
No olvide tener presente que la elegancia es una de tas
características de la teoría económica y que los razonamientos lógicos parten
de supuestos y condiciones: por ello no olvide precisar cuáles son los
supuestos que restringen su razonamiento en cada teoría o rama de ella, o en
cada nuevo problema; tenga presente en las explicaciones cuando algún supuesto
se levanta o se abandona para comparar las diferencias entre las dos
circunstancias (antes y después).
Al terminar cada capítulo, piense en lo que estudió, cuánto
aprendió o en cuánto ordenó sus conocimientos previos. Haga un esquema de los
puntos principales y piense de qué modo puede unirlos en un argumento.
Reconozca donde se encuentran sus dudas: vuelva atrás y si no puede resolverlas
consulte con sus compañeros o con su profesor.
Ragnar Frisch, premio Nobel de Economía 1969, cuenta que
comenzó a estudiar economía a fines de la década de los años 1910 porque
analizando el catálogo de los cursos que ofrecía ia Universidad de Oslo,
coincidieron con su madre en que eran los "más breves y fáciles".
Sigue diciendo Frisch que ahora es una disciplina más complicada y exigente en materia
de tiempo y que algunos creen que él ha contribuido a ello.. La comunidad de
economistas se vería gratificada si Ud. pudiera mañana repetir algo semejante.
5. Comentario para el profesor. Incorporar un nuevo texto a
los tantos buenos ya existentes puede parecer presuntuoso ya que es sin duda
una pesada responsabilidad. Las primeras partes de esta serie corresponden a
temas que como todos saben se encuentran frecuentemente dispersos, en algunos
casos, y en otros, no se encuentran suficientemente explícitos. Esto ocurre con
la parte metodológica o con lo sustancia de un sistema económico, con la
ubicación de la economía entre las ciencias, la variedad de las definiciones de
economía o cómo ocurre con el tema del pensamiento económico que en los textos
se trata en pocas, páginas.
En cuanto a cual es la mejor secuencia para comenzar a
enseñar la teoría el problema es controvertido y creo que cualquier camino es
bueno si al final se logra él objetivo docente. Como es sabido algunos colegas
se inclinan "por alentar a los alumnos ofreciendo, en primer lugar, los
elementos de macroeconomía para pasar luego a "digerir la amarga píldora
de la microeconomía". Otros (entre los cuales me encuentro) preferimos
comenzar por la teoría, microeconómica en razón de que los conceptos técnicos
elementales (como demanda, oferta, firma, mercado, ingreso, costo, etc.)
aparecen más claramente explicados y definidos en las teorías que integran la
microéconomía. Hemos probado ambos comienzos y si bien reconozco que el segundo
es más lento al principio estimo que el resultado es más acabado. No debe
olvidarse que la microéconomía es el taller de la disciplina: allí sé
encuentran los conceptos y el uso de diagramas es abundante
Estimo que es conveniente hacer reflexionar a los alumnos
sobre cómo se construye el edificio de la teoría económica y cómo los cimientos
principales son los diversos tipos de supuestos que se establecen sobre el
comportamiento de los consumidores y de los empresarios, sobre el mundo físico
y finito que lleva al tema dé la escasez y la formación de los precios y,
finalmente, sobre los supuestos de carácter Social e institucional que conducen
al papel de la firma, al Estado, a los tipos dé mercado, a los distintos
sistemas económicos y a las relaciones económicas entre ellos. Otra línea de
reflexión se orienta a reconocer hechos como variables, a agruparlas para
conformar con ellas hipótesis (o modelos) y a reconocer las ventajas de las
abstracciones teóricas y a cómo la simplicidad no invalida la realidad pero que
tampoco debe suplantarla o desconocerla.
II. Comentarlo particular
Los programas universitarios de los cursos iniciales de
Economía incluyen, generalmente, el tema de las grandes corrientes de la
historia del pensamiento económico. Ello es así pues se supone que más tarde
los alumnos de la carrera de Economía profundizarán los mismos temas en una
materia especifica, con la que frecuentemente coronan los estudios de la etapa
de licenciatura.
Sin embargo muchos años de enseñanza en esos cursos introductorios y referencias de algunos
colegas me han alentado a cubrir necesidades docentes con este breve volumen.
En primer lugar pienso en la necesidad de los alumnos de carreras afines
(Administración de Empresas, Contador Público, Sociología, Derecho y Ciencias
Políticas) que no enfrentarán seguramente y luego del mencionado curso
introductorio de economía, una materia específica sobre la historia del
pensamiento económico, en esos casos es obvio que las escasas páginas que a
veces encuentran en los manuales más aceptados no son suficientes.
En segundo lugar estimo conveniente que los alumnos de la
carrera de Economía se familiaricen desde el comienzo de sus estudios con los
autores y sus aportes a la teoría, así como con
las corrientes doctrinarias y teóricas que han tenido más importancia en
distintos momentos históricos. Creo que quiénes comenzaron y desarrollaron
nuestras doctrinas y teorías merecen más reconocimiento que el acordado en los
textos introductorios.
La clasificación adoptada para las etapas es convencional y
las diferencias con otras radican en que se adelante el comienzo del momento
clásico {Phyllis Deane) o se postergue el de los neoclásicos {Emile James).
Otra clasificación que puede defenderse razonablemente es la que distingue una
etapa precientífica (hasta 1776) de otra posterior etapa científica {Incluyendo
en ella las distintas corrientes, escuelas y doctrinas). Creo que es más
importante considerar la solución utilizada por Paul Samuelson de distinguir
una "corriente principal" y "corrientes críticas" más o
menos alejadas de aquella. Según Samuelson la corriente principal
"prevalece en los Estados Unidos, Escandinavia, Reino Unido y Holanda; y a
ella tienden en forma creciente Japón, Francia, Alemania Federal, Italia y la
mayor parte del mundo occidental". Además es importante conocer los puntos
de divergencia de las corrientes críticas y el aporte a la consideración de los
objetivos de política económica de la doctrina social cristiana, que presentamos
en otro capítulo.
Ésta es, por tales razones, una obra breve, de síntesis más
que de análisis. En consecuencia muchas cuestiones y polémicas que felizmente
no han faltado en el desarrollo de nuestra disciplina han debido quedar fuera
del texto.
Agradezco los comentarios y sugerencias que me formuló
Javier Víllanueva, pero los errores que seguramente restan son culpa del autor.
Olivos, diciembre de 1980.
E.A.Z.
INTRODUCCIÓN
En la historia de las ciencias, en general, se puede
apreciar que las observaciones empíricas y los avances en áreas o temas
limitados preceden al desarrollo ordenado y metódico propio de cada disciplina.
Sólo en determinado momento, en razón de la acumulación de conocimientos, se
siente la necesidad de clasificación y comienza la tarea de sistematización.
Frecuentemente estos "momentos" están acompañados por enconadas
polémicas metodológicas y de lucha con ciencias vecinas para precisar el objeto
y los límites del campo propio de la nueva ciencia que busca su independencia.
Como dice Emile James (1) "los magos y los curanderos han existido antes
que los médicos y la misma medicina se ha desarrollado antes que la biología;
también la alquimia ha precedido a la química.
La ciencia económica no ha escapado a estos lineamientos
generales. En su desarrollo inicial su preocupación se limitó a problemas tales
como la economía doméstica, cuestiones cambiarías, la justificación del
interés, la propiedad, el valor y las riquezas, etc. Es necesario llegar hasta
la segunda mitad del siglo XVIII para encontrarnos con el primer intento
exitoso de sistematización, realizado por Adam Smith..
El desarrollo del pensamiento y del análisis económicos, sin
duda pueden dividirse en etapas que lucen justificables en razón de la variedad
de criterios que pueden elegirse para esas presentaciones. Los esquemas que
siguen muestran algunos ejemplos. De todos modos contamos con varias fechas que
son verdaderos hitos y que, para prestigio de la disciplina, no coinciden con
fechas de nacimiento o defunciones sino con las de primeras ediciones de libros
y manuales que trascendieron la vida de sus autores, lncluso se podría señalar
que textos muy difundidos de historia del pensamiento económico no presentan
denominaciones
Emile James: Historia del Pensamiento Económico (Ed.
Aguiler, Madrid, 1974; primera' edición francesa, 1959), pág. 17.
de las distintas etapas (por ejemplo Schumpeter). Las fechas
que conviene recordar son las siguientes:
1776: edición del libro de Adam Smith sobróla ". .
.Wealth of Natlons" (2);
1848: John S. Mili edita sus "Principies-of Poütical
Economy" que será el texto más importante durante ia segunda mitad del
sigio XIX;
1890: Aifred Marshall publica sus "Principies of
Economics" que suplanta como texto ei libro anterior;
1936: Aparece la primera edición de la "Teoría General.
. .", (3) que inducirá un fuerte desarrollo de los aspectos
macroeconómicos, y
1948: Aparece la primera edición del manual de teoría
económica que más se ha difundido hasta la actualidad, no sólo por la cantidad
de ejemplares impresos (más de 2 millones), sino además, por la cantidad de
idiomas a que ha sido traducido: se trata del libro de Paul A. Samuelson
(Premio Nobel 1970).
Otro rasgo general que vale tener presente es que fa teoría
económica se ha desarrollado dentro de un marco muy amplio. En él caben muchas
coincidencias pero también admite una gran variedad de polémicas y divergencias
de carácter científico. Este marco amplio ha sido bautizado precisamente por
Samueison como "corriente principal" del pensamiento económico y cuyo
remoto origen podríamos rastrear —con referencia a algunos temas— muy atrás en
la historia; sin embargo, frecuentemente nos limitamos a comenzar desde
mediados del siglo XVIII. Además, paralelamente a la corriente principal, se
desarrolla otra importante corriente crítica, de muy diversos signos, cuyas
discrepancias surgen por problemas doctrinarios o aspectos metodológicos que
han sido (o han querido ser) debatidos más allá del campo propio de la economía
como ciencia.
Tenemos así, como ejemplos de división en períodos: • I.
Joseph A. Schumpeter .-"Historia del Pensamiento Económico"(1959)(3):
_*1790----------------r1870--------------*► 1914 ----------» Keynes
Primera situación
Los marginaos tas
clásica
121 Para 1800 ya se hablan editado 9 liradas en 4 países
(Inglaterra, irlanda, Suiza y Estados Unidos); a fines de 1900 habla sido
traducido a 7 idiomas. El titulo completo es "An tnquiry Into tile Nature
and Causes of the Wealth of Nations". <3) Cabe tener presente que le
monumental obra de J.A. Schumpeter quedó inconclusa y que, además, gran parte
de ella fue escrita en tre 1939 y 1949. Su autor talleció en 1950 .
Falta pagina
Capítulo I
Los precursores (hasta 1776)
1 - Periodo de la Antigüedad Clásica
Los comentarios sobre economía de los filósofos griegos
deben evaluarse en la actualidad, teniendo presente los términos de la famosa
polémica sobre el carácter y desarrollo de las instituciones económicas
básicas.
La controversia mencionada se suscita a partir de 1860: K.
Rodbertus en su estudio sobre "La vida económica en la antigüedad
clásica" (publicado entre 1864 y 1867) compara los sistemas impositivos
antiguos y modernos, concluyendo que la multiplicidad de impuestos es propia de
una sociedad en la cual se han diferenciado también las clases sociales y ha
transitado de una economía natural basada en el trueque a una economía
monetaria. Para Rodbertus en el centro del escenario se encontraba la
"oikós" (hacienda), una construcción lógica al frente de la cual se
encontraba un "señor" propietario de todas las cosas; la tierra, los
ingresos y los trabajadores (esclavos). En tal caso se explica la existencia de
un solo impuesto (el "tributum°).
El planteo de Rodbertus generó la polémica entre dos
posiciones. La primera, conocida como "primitivista", fue sostenida
por K. Bücher. En este caso la vida económica antigua podía entenderse mejor si
se apreciaba desde una perspectiva moderna comprendiendo que entonces no había
una escala superior a la ciudad-estado. En efecto hasta 1000 dJC. la economía
se desarrolló —siempre según los
primitivistas— como sistema doméstico cerrado donde la producción
estaba destinada a cubrir necesidades limitadas sin presuponer intercambios
entre las unidades. Así transcurre, según Rodbertus, la actividad económica
inicial de griegos, cartagineses y romanos. " La refutación de los
"modernizantes" encabezados por el historiador alemán E. Meyer,
señaló en 1895, en cambio, que el mundo antiguo poseía una vida económica
enlazada con un sistema de transporte desarrollado y con un intercambio intenso
de productos. Meyer señala que desde por lo menos 2500 aJC existen documentos
que se refieren a transacciones comerciales de esclavos, tierras y edificios, a
herencias y a sistemas rudimentarios de registraciones contables. En ese medio
el comercio y el uso del oro y la plata como dinero tuvieron una importancia
fundamentaren la Antigüedad.
Más tarde M. Weber y M. Rostovzeff reorientaron la discusión
poniendo énfasis en otros aspectos ya que la evidencia empírica desarmaba la
posición primitivista. Así para M. Weber la diferencia esencial entre el mundo
greco-romano y el mundo europeo medieval fue la orientación general y su
organización. La diferencia se encontraba en el marco social básico: la
democracia ciudadana griega era un gremio político donde los tributos, los
botines de la guerra y los pagos de las ciudades confederadas se distribuían
entre los ciudadanos. Las ciudades pagaban con los ingresos de su actividad
política y guerrera, las funciones de teatro, Ias asignación es de trigo, los
servicios jurídicos y los servicios de los ritos religiosos. A su vez.
Rostovzeff entiende que la diferencia entre la vida económica de este período y
la del mundo moderno es solamente cuantitativa..
Actualmente se ha propuesto una interpretación muy
diferente. K. Polanyi y otros autores en el libro "Trade and Free Market
in the Early Empires'" (1957) ponen énfasis en que el modelo de la
Antigüedad está basado en instituciones diferentes de fas nuestras, donde la
"oikós" es interpretada como el germen del mercado y de intercambios
comerciales que buscan un lugar en la cultura griega. Ahora se estima que tanto
África como la Grecia de los siglos VI y V aJC aparecen como la cuna de los
mercados creadores del precio; luego (siglo IV aJC) se inician las prácticas
mercantiles que se conocerían como competencia en el mercado. Esta es
precisamente la época en que escribe Aristóteles.
Los autores mencionados estiman que la institución del
mercado fue la piedra angular dé una economía y de un estilo de organización
que ha modelado nuestra interpretación de todas las formas anteriores. En tal
interpretación el mercado se convierte en un obstáculo para comprender otras
formas de organización económica y en especial fas del mundo antiguo. Luego
estudian otros ejemplos: el puerto de comercio considerado como precursor del
comercio exterior, las "equivalencias" como antecedentes de los
precios, los excedentes, el concepto de escasez, etc. Es decir que sólo alejándose
del concepto actual de mercado es posible ver claramente el funcionamiento
económico del mundo antiguo y, al mismo tiempo, revalorar los trabajos
aristotélicos como testigo de un mundo en transición.
Jenofonte (440-355 aJC), discípulo de Sócrates, presentó en
su "Oeconomicus" normas para la administración de un patrimonio
privado y en su "Poroi" normas para el caso de una hacienda pública.
También escribió "Sobre los medios de mejorar los ingresos de Atenas"
donde analizó los recursos, naturales del Ática, la conveniencia de atraer a
extranjeros que pagaran impuestos sin recibir pensiones de la ciudad, las
ventajas de privilegiar a los mercaderes ya que la ciudad se beneficiaba con su
comercio y la explotación de las minas de plata de la región, así como la
conveniencia de sostener la paz.
La invención de la moneda metálica data del siglo Vil aJC y
las referencias más antiguas señalan su acuñación en Sardes, capital del reino
de Lidia; además las más antiguas monedas que se conservan fueron acuñadas durante
el reinado de Creso de Lidia en el siglo VI aJC. A partir de entonces su
difusión fue rápida y se conservan ejemplares de diversas ciudades griegas y de
otros reinos del Asia Menor.
En Atenas, enriquecida y centro del desarrollo del comercio
internacional surge un nuevo espíritu comercial. En este ambiente en evolución
se desenvuelven dos filósofos que se ocuparon de estos temas: Platón (427-347
aJC) y Aristóteles (384-322 aJC). Para Platón el enriquecimiento personal
esclaviza a los hombres en su aspecto moral y origina situaciones injustas. En
"La República" y en sus "Diálogos" describe una ciudad
ideal y como tal constituye el primer ensayo utópico. La sociedad platoniana
(por algunos denominada "comunismo primitivo") se divide en una clase
dirigente de aristócratas que debían vivir en comunidad, pero sin tener acceso
a la propiedad para que pudieran mantener la necesaria austeridad; en compensación se determinaba que las clases
bajas (artesanos, comerciantes) debían asegurar su subsistencia. Platón señala
que la especialización y la propiedad son las bases del progreso y que era
necesario contar con lugares para realizar tos intercambios.. En obras
posteriores ("Las leyes") propone un régimen más moderado: bastaba
que las riquezas fueran redistribuidas periódicamente y que se establecieran
algunas prohibiciones (gastos suntuarios, cobro de interés) para asegurar la
austeridad.
El discípulo de Platón, Aristóteles, se destacó como
pensador y escritor sobre temas de filosofía, lógica, ética, política, historia,
etc., y siguió el mismo ideal platónico de aprecio por el orden y la
austeridad. En "La Política" (Libro I) aporta algunas ideas de
interés sobre temas económicos que siglos más tarde serían retomadas y
ampliadas por los doctores escolásticos; lo mismo puede decirse de su
"Etica a Nicómaco" (Libro V).
Podemos en este punto retomar las observaciones de Polanyi
sobre el momento histórico de Aristóteles, en tanto testigo de algunas de las
primeras características de ia incipiente actividad de mercado. En la filosofía
de Aristóteles la fortuna premiaba la actividad de los hombres en tres formas
diferentes: honor y prestigio, seguridad física y riquezas. Por la primera se
lograban privilegios, reverencias, precedencia; por la segunda seguro contra
enemigos, contra rebeliones, contra esclavos, contra la prepotencia de los
fuertes, y el apoyo de la ley; la tercera era la propiedad lograda con tesoros
o por herencia. Lo curioso es que en el pensamiento aristotélico, reflejo de la
sociedad griega del momento,.él "agatha" o sea el premio de la vida,
aquello más deseable y raro está implícito en el rango, la inmunidad y la
riqueza. Es decir que la escasez (que hoy es la esencia de la economía)
derivaba de una categoría extraéconómica; se justifica por la posición ocupada
en la cima de una sociedad.
Otro concepto de referencia de la sociedad griega era el de
la
autosuficiencia de la comunidad; ella estaba asegurada
cuando era posible abastecerse con "lo necesario". La familia era la
unidad más pequeña y la "polis" la más amplia, y en ambos casos lo
necesario está determinado por las pautas austeras de la comunidad,
necesariamente "restringidas" y, ligadas a las reservas que era
posible almacenar. Nuevamente Polanyi marca otro rasgo diferencial respecto a
una economía moderna: el carácter ilimitado de los deseos y necesidades humanos
era un concepto desconocido por los griegos.
La comunidad griega estaba unida por vínculos de buena
voluntad {"philia") expresados en una conducta de reciprocidad
necesaria tanto en la "oikós" como en la "polis" y en una
disposición de los ciudadanos para compartir las cargas y los deberes sociales.
Además, la justicia reconoce que los miembros tienen rangos diferentes y
aquello que asegure la continuidad de la comunidad es bueno. Asimismo se
corrobora esta orientación con la idea de que el comercio es
"natural" en tanto asegure la autosuficiencia y exista reciprocidad;
en tal caso el precio justo deriva de la buena voluntad, de la reciprocidad. No
hay así ganancias por los cambios dentro de la comunidad si bien parece aceptar
el regateo de los forasteros o buhoneros extranjeros.)
Esos son los caracteres tradicionales de la sociedad griega
que Aristóteles veía debilitarse. Puede agregarse la transformación del
"agora": inicialmente fue lugar de reunión de los ciudadanos para
actos políticos o sacros pero comienza a ser utilizado como mercado. Precisamente
en esa época se distinguía la ciudad ("polis") del puerto de
comercio. Este era un lugar neutro donde se podían efectuar las transacciones
comerciales; su función principal era asegurar la neutralidad política, la
continuidad de los abastecimientos y la protección al extranjero. Estas
circunstancias explican la larga independencia de las ciudades griegas
establecidas en el Asia Menor. Frecuentemente se distinguía entre la ciudad
propiamente dicha ("uru"), el suburbio ("uru-bar-ra") y el
puerto de comercio ("kar"): este último era el distrito extramuros
destinado a las relaciones económicas con otras ciudades.
Finalmente debe tenerse presente que la transición que se
estaba operando en el agora así como las características especiales del puerto,
explican que la formación de los precios y el funcionamiento de los mercados no
fueran aún comprendidos por el mundo griego clásico. En cambio la
autosuficiencia sostenida en el intercambio fue la reciprocidad y la
"equivalencia" y no el precio. Tan es así que en la "Etica a
Nicómaco", en forma oscura Aristóteles se refiere al precio como la
proporción que resulta en el punto en que se corten dos diagonales, cada una
representando el rango de cada parte; los bienes y servicios producidos por
personas de diferente rango o habilidad debían ser intercambiados según una
"equivalencia" proporcional a tales diferencias. Reconocía que
siempre una de tales partes se beneficiaba (la que solicitaba la transacción)
pero en el largo plazo se produciría la situación inversa por la reciprocidad
debida.
Asimismo, Aristóteles distingue entre valor de uso y valor
de cambio cuando dice en "La Política" (Libro I): "De todo
aquello que poseemos existen dos usos: ambos pertenecen a las cosas como tales,
pero no de la misma manera, porque uno es uso propio y el otro es impropio o
secundario. Por ejemplo, un zapato es utilizado como tal o como objeto de
cambio. Aquel que da un zapato por dinero, o a cambio de alimentos a quien así
lo desea, usa el zapato como tal, pero esto no es lo propio como propósito
primario, ya que un zapato no se hace para ser objeto de trueque o
comercio".
Asimismo Aristóteles, en el caso de la propiedad, distingue
el hecho como tal del uso que se haga de la misma, introduciendo así la
diferencia entre elementos de hecho y elementos normativos o éticos. En
síntesis destaquemos la posición aristotélica observando una sociedad en
transición y la imposibilidad de aplicar a la misma categorías o instituciones
económicas aún no consolidadas (precio, mercado, propiedad, escasez, etc.),
pero sin embargo debe destacarse que sus reflexiones servirán de base a los
escolásticos medievales.
2 - Roma
En el período romano ningún pensador aparece muy interesado
en el análisis de los hechos económicos. Apenas pueden señalarse algunos
párrafos de Columela en su "De res rustica" sobre temas agrícolas y
sobre las ventajas de la esclavitud. En todo caso la obra destacada de los
romanos se centra en el estudio de la "res publica" (Estado) y el
enorme progreso del derecho. En el primer caso les preocupó su administración y
la necesidad de la tributación para financiar obras públicas y los gastos de
los ejércitos; en el segundo se destaca el esfuerzo por ordenar y precisar los
derechos y obligaciones que surgen de las relaciones que se originan en
operaciones económicas y que se concretan en contratos tales como compra-venta,
garantía, mutuo, propiedad, etc. (Baste agregar que respecto del derecho de
propiedad que lo consideraron como absoluto al asignarle las características de
"jus utendi, abutendi et fruendi", es decir reconociendo el derecho
del propietario a usar, abusar y gozar los frutos de su propiedad. El criterio
romano respecto del derecho privado, por una parte, y la amplia libertad
contractual completan el desarrollo jurídico. La diferencia entre el
pensamiento romano y el aristotélico radica en que el segundo limitaba-, el
derecho de propiedad" y el individualismo. El pensamiento aristotélico se
convertirá, como dijimos, en la basé de la filosofía medieval y aún del derecho
canónico, en tanto, que e| derecho romano .servirá de base a las_doctrinas y a
muchas instituciones legales del capitalismo a partir del. siglo X1X.
Contemporáneamente, la difusión de las enseñanzas cristianas
sobre la fraternidad y el amor con alcance universal era incompatible con la
institución de la esclavitud, proclamándose por vez primera la dignidad de
todos los tipos de tareas, fueran físicas o intelectuales. A partir de entonces
el trabajo será una actividad digna y la esclavitud comenzó a ser discutida en
su base moral.
3 - Feudalismo y escolástica medieval
El feudalismo es el régimen político-social y económico que
caracteriza a la Europa romano-germánica. Abarca desde la época de la
decadencia del Imperio Romano y las invasiones de los pueblos bárbaros (siglo
V), se desarrolla mediante un largo proceso especialmente a partir del
desmembramiento del Imperio Carolingio (siglo IX), alcanza su apogeo en los
siglos X a Xlll y perdura con intensidad decreciente hasta fines del siglo
XVIII.
Para F. Ganshof en su libro " El feudalismo"' sus
características Principales son: el desarrollo de relaciones de dependencia de
unos hombres respecto a otros ocupando la nobleza y los guerreros las
posiciones superiores y los vasallos o siervos las posiciones inferiores; una
fragmentación extremada del derecho de propiedad originando una jerarquía de
derechos sobre la tierra; y también una
fragmentación del poder político. Especialmente así se caracterizó el régimen
feudal durante los siglos X, XI y XII en los estados resultantes de la
partición del Imperio Carolingio (especialmente en Francia, Alemania, Italia y,
con rasgos diversos en Inglaterra, Bélgica, España y el Este Europeo).
También puede entenderse por feudalismo el conjunto de
instituciones, generalmente de. tipo militar, que rigieron las obligaciones de
obediencia y de servicio entre, un hombre libre
llamado "vasallo" y otro hombre libre reconocido como
"señor" dentro de un territorio determinado o "feudo".
Señalamos que sus orígenes se ven claramente ya en la
monarquía franca de los merovingios por la costumbre de repartir las tierras a
la muerte del rey entre sus hijos; esto originó frecuentes luchas entre la
aristocracia y dio lugar a una gran inseguridad. La necesidad común de defensa
de vasallos y señores creó la "clientela" de cada uno de los
nobles.'' Así los nobles de distintas jerarquías (hasta la mayor: el rey)
conceden "beneficios" vitalicios a sus inferiores para precisar sus
obligaciones. El beneficio reconocía derecho que cedía el señor al uso de la
tierra en forma poco onerosa, ó aún gratuitamente creando la relación de
vasallaje. En reciprocidad se esperaba que los vasallos pudieran mantenerse con
esa explotación y contaran con un equipo completo de caballería; además
destinarían, una parte del ingreso a la Iglesia (diezmo eclesiástico) y también
a su señor.
Se creó así una jerarquía de vasallos respecto de sus
señores con distintos rangos y entre los nobles en tanto vasallos del rey
(algunos con tierras, otros en los ejércitos y otros con actividad en palacio).
El proceso para otorgar beneficios era formal: recomendación, juramento de
fidelidad, gesto de las manos en señal de lealtad,
Los vasallos quedaban obligados a distintos servicios: apoyo
militar, derecho a ser juzgado, días de trabajo. Estos derechos y las
obligaciones fueron en un principio, periódicas o a lo sumo vitalicias; luego,
poco a poco se extendieron pues los beneficios fueron transmisibles por
herencia; más aún se aceptó la posibilidad de una multiplicidad de
subordinación por vasallajes a distintos señores.
Durante el régimen feudal europeo surgen muchas ciudades. No
obstante la economía rural continuó coexistiendo sin impedir el desarrolló de
los burgos y ciudades. Como causas de la urbanización se mencionan el
renacimiento comercial (primero en Italia y luego en los Países Bajos). (Las
ciudades surgieron sobre las orillas de ríos y costas marítimas; sólo más tarde
aparecen otras sobre los caminos a veces a partir de mercados, ferias periódicas,
lugares fortificados en las fronteras, sitios de peregrinación, etc. En algunos
casos crecían dentro de recintos amurallados (a veces alrededor del castillo
del señor), pero luego se expandieron fuera de ellos.
La sociedad, se integraba, entonces, con distintos niveles
de siervos y señores, con categorías o estamentos jerarquizados según la
importancia de su "beneficio". Las ciudades italianas se declararon
"libres" no reconociendo relación de vasallaje y se dedicaron a un
activo comercio terrestre y marítimo. Por esta razón en ellas se originan y se
difunden diversas instituciones y documentos comerciales tales como el seguro,
el fideicomiso, se perfeccionan las letras de cambio, etc. Socialmente los
hombres podían ser desiguales, pero la iglesia Católica actuaba como elemento
unificador y como defensora de la dignidad y los derechos de. todos, sus
fieles.
Con el tiempo los reyes, ubicados en la escala más elevada
de la jerarquía feudal, gracias a la necesidad de recaudar impuestos
establecieron una red de funcionarios, logrando, una mayor independencia de los
señores feudales.
Paralelamente al sistema socio-político del feudalismo que
condicionaba el desarrollo económico, se desenvuelve una importante
especulación filosófica-teológica, que corre desde fines del siglo XI hasta muy
avanzado el Rehacimiento, La enseñanza escolástica sé realizaba a través de
maestros académicos y disputas o diálogos entré maestros y discípulos con la
técnica del pro, el contra la solución
final y la respuesta a las objeciones ese es el estilo dé las
"summas". Según los periodos algunos autores distinguen la
preescolestica (siglos VIl a XI), y las escolásticas temprana (siglo XII-XllI.
tardía (siglos XIV y XV), barroca (XVI), y basta neoescoiástica (XIX)
(Para los escolásticos aún
la economía no era una disciplina independiente sino una rama de la
filosofía moral (incluso así la enseñaron Adám Smith en Edimburgo y A. Genovesi
en la Universidad de Ñapóles, ambos en el siglo XVIlI) .
La mentalidad medieval aún no se preguntaba cómo funcionaba
un sistema económico sino si las operaciones en si (individuales) eran lícitas
o ilícitas, justas o injustas. Es decir el planteo escolástico se encontraba en
el área de la doctrina económica. La doctrina económica debía determinar las reglas
de la justicia que debían aplicarse en el intercambio de bienes y de servicios
(justicia conmutativa) y en la distribución de los ingresos y de la riqueza
(justicia distributiva). Recordemos que ambos tipos de justicia se originaron
en Aristóteles.
La "Summá Teológica" de Santo Tomás de Aquino
(1225-1274) es sin duda la más acabada
expresión del ideal escolástico. Específicamente por ejemplo, el tema de /a
justicia comprende más de 20 cuestiones ordenadas así:
Tratado de la
Justicia
(ll-ll.q.57a 78)
1. De la justicia en general la justicia
2. De las partes de la justicia:
a. En
general: tipos de justicia y la restitución
b. Vicios
contra la justicia distributiva
c. Vicios
contra la justicia conmutativa
3. Modos
de.injusticia
En materia económica los escolásticos se preocuparon
principalmente, por estos ternas:
1- La propiedad privada: El tema fue polémico: para San
Isidoro: de Sevilla la propiedad privada era propio del derecho de gentes;
luego, para los primeros escolásticos aparece como algo adecuado para evitar
conflictos y San Alberto Magno y su discípulo Santo Tomás la explicaron como de
derecho natural; más tarde Vitoria (Siglo XVI) habla de una apropiación por
derecho humano; por lo tanto el derecho no puede hacer de ella un derecho
absoluto como lo hicieron los romanos. El propietario, en cambio, es un gerente
que debe conservarla y tiene responsabilidades para con sus semejantes. La
propiedad en común se entendía que era descuidada, con las cosas o con el
cultivo del suelo, excepto cuando sé la practicaba en comunidades menores
(monasterios, conventos, grupos cerrados, etc.), Santo Tomás distingue entre
poder de adquisición (que confiere derechos al propietario) y poder de uso de
la propiedad (que imprime obligaciones en Interés de la comunidad). Así al
"jus utendi, abutendi et fruendi" se incorpora la expresión
"potestas procurandi et dispensandi", concepto muy similar a la
función social de la propiedad.
2. La división del trabajo era algo natural para los
escolásticos pues la Providencia da a los hombres dones e inclinaciones
diferentes. No obstante ellos creían que la actividad rural predisponía a la
virtud y compartieron ciertos prejuicios de la Patrística contra el comercio,
pero comenzaron a ver con más benevolencia la actividad de los importadores y
de los industriales. 3.
Reconocieron que la utilidad era una de las fuentes del valor. San Bernardino
de Siena (1380-1444), siguiendo al franciscano Pedro 0livi, reconoce tres
fuentes del valor: la escasez, ("raritas"); una fuente de carácter
objetivo: la utilidad ("virtuositas"); y otra de carácter subjetivo:
la deseabilidad ("complacibilitas"). 4. Para Santo Tomás el
beneficio comercial resultado de ventas efectuadas a un precio superior al de
compra se justifica porque el vendedor necesita adquirir medios para su subsistencia;
si es una ganancia moderada es la remuneración dé su trabajo, o por las
diferencias de precios en el espacio y en el tiempo, por los riesgos que corre
el vendedor y por la utilidad adicional que se incorpora a la mercadería. Este
beneficio comercial está ligado al justo precio.
En el derecho romano primaba la voluntad de las partes en la
fijación del precio, pero los escolásticos agregaron la expresión "sed
communiter" al transformar el precio en un fenómeno social podía
determinarse por la comunidad, ya sea espontáneamente en el mercado (precio
natural o vulgar) o autoritariamente por regulación pública (precio legal). En
ausencia de esta regulación se supone que el precio de mercado es justo; sin
embargo no hubo a lo largo del tiempo coincidencia plena entre diversas
corrientes de la escolástica sobre este punto. En efecto, puede distinguirse
tres corrientes. La primera o principal a su vez estaba representada por San
Alberto Magno (1193-1280) (el precio justo es el vigente en el mercado en el
momento de la venta).
Santo Tomás (para el cual el precio justo era la resultante
de la "aestimatio communis" que no resulta una expresión precisa) y,
finalmente, San Bernardíno de Siena (a la expresión "estimación
común" agregaba que era incuestionable el derecho y aún la obligación de
la autoridad de regularlos en emergencias). En todo caso para San Alberto Magno
y para Santo Tomás era necesario tener en cuenta el costo de la producción para
la fijación del precio. La segunda corriente estuvo representada por los
"voluntaristas' (para quienes la libertad era el bien supremo); John Duns
Scoto* (1265*1308), en un análisis más detallado, dice que el precio justo debe
cubrir los costos, el beneficio normal y el riesgo. Finalmente la tercera
corriente fue sostenida por los "nomlnalistas" (negaban la formación
de ideas a partir de la experiencia) como Gerson (1363-1429) (la autoridad
pública debía fijar todos los precios) y Henry de Langenstein (1325-1397) (que
presentó una posición más práctica: el precio justo fijado por el productor
debía ser suficiente para que pudiera sostenerse él y su familia en la posición social que le
correspondiera). 5.
Santo Tomás y los demás escolásticos contribuyeron a dignificar el trabajo
propugnando un salario suficiente para asegurar al trabajador una vida digna y
recurrió también a la estimación de la comunidad como pauta. Más preciso fue
San Antonino de Florencia (1389-1459) quien insistía en diversas normas: pago
puntual y suficiente para la manutención del trabajador y su familia,
admitiendo diferencias salariales en razón de destrezas desiguales adquiridas
con el entrenamiento.
6. La retribución del capital o sea el tema del interés y la
usura preocupó intensamente a los escolásticos en razón de las condiciones en
que estos préstamos, de dinero se efectuaban:
se trataba de calificar préstamos para consumo concedidos realmente por
usureros. Las leyes de la Iglesia desde el IV Concilio Lateranense de 1179
condenaban la usura; en esto la tradición aristotélica coincidía con la
escolástica. Debemos aclarar que por usura se entendía cualquier suplemento que
se agregara al capital en los prestarnos de dinero (mutuo) y de otros bienes de
consumo. Por eso los banqueros se dedicaban al cambio extranjero y a la compra
de letras argumentando que no eran préstamos en dinero para evadir el
problema.
Más adelante la doctrina llegó a admitir algunas
compensaciones que se conocieron como "títulos extrínsecos" ya sea
por pagos tardíos ("poena
conventionalis"), por daño emergente. ("dammun emergens"), por
lucro cesante ("lucrum cessans")
(concepto que se asemeja al de costo de oportunidad y había sido
rechazado por Santo tomas), etc.
Un párrafo aparte merecen los aportes de Nicolás de Oresmé:(1323-1382),
obispo de Lisieux. Escribió en 1360 un tratado sobre la moneda ("De
Moneta") sosteniendo el principio del monopolio de acuñación a favor del
Príncipe y condenó las ligas adulteradas para propósitos impropios pero le
concede algún mérito como forma de impuesto aceptado por una comunidad (que a
su vez diferenciaba del Príncipe). Enuncia también el principio de que la mala
moneda termina desalojando a la moneda buena (no adulterada) del mercado,
anticipándose al enunciado de la "ley" de Gresham.
La afluencia de metales desde las colonias de América
producen un movimiento ascendente en los precios de España a partir del siglo
XVI. Los escolásticos de Salamanca fueron numerosos y entre 1500 y 1700
produjeron una serie importante de estudios con relevantes aportes económicos.
Entre ellos se destacó Martin de Azpilcueta (1493-1586), llamado el Doctor
Navarro, que trato problemas de cambios y enunció las bases de la teoría
cuantitativa del dinero en estas palabras: "Toda mercancía de la que hay
fuerte demanda y débil oferta se encarece”. El dinero en cuanto puede ser
vendido, intercambiado o cambiado mediante una forma u otra de contrato, es
también una mercancía, por lo que encarece cuando la demanda de él es grande y
la oferta del mismo es pequeña".
Otros expositores de la Escuela de Salamanca fueron Luis de
Molina (1535-1601) que enunció la ley de la oferta y la demanda; Domingo de
Soto, Juan de Lugo, etc.
4- La literatura económica de los siglos XVI, XVII y XVIII
Durante estos siglos se edita una abundante literatura
relacionada con temas económicos, de distinto origen, heterogénea en su calidad
pero con el rasgo común de estar ligada con la discusión de problemas
prácticos, que contribuyeron a la independencia posterior de la disciplina.
Su comienzo coincide con la disminución de la influencia del
feudalismo y las noticias de los grandes descubrimientos geográficos que
conducirán a un gran fluir de metales preciosos a las metrópolis. Asimismo la
Reforma debilita el principio de autoridad internacional de la Iglesia Católica
en Europa. La economía hasta entonces estuvo orientada a fortalecer al
"príncipe" y a posibilitar el financiamiento de las frecuentes
guerras y las expediciones al Nuevo Mundo. Todavía (nos recuerda Schumpetér)
los países (salvo los Países Bajos) eran pobres, agrícolas (incluso el Reino
Unido), las grandes ciudades aún eran pequeñas y el comercio más atrayente era
el internacional alentado por políticas económicas pro-monopolistas.
Una corriente de literatura económica estaba orientada a
alentar y servir de guía para los jóvenes para enseñarles cómo administrar las
tesorerías públicas. En el siglo XVI los cameralistas destacados fueron el
francés J. Bodin y los italianos D. Carafa y G. Botero; en el siglo XVII y
XVIII también se destacaron alemanes y austriacos (por ejemplo Von Seckendorff
y von Sonnefelds en Viena, franceses como el Marqués de Sully) y españoles como
Martínez de Mata o italianos (Beccaria).
Se crean en algunas universidades del centro europeo y en
Italia (Halle 1727, Upsala 1740, Nápoles 1754. fundada por Genovesi, Milán
1768), cátedras para la enseñanza de la ciencia del Estado o
"cameralismo"; en alemán se conocían como "camerae" y sus
seguidores fueron luego conocidos como cameralistes.
Willian Petty (1623-1687), médico inglés, es un autor que
realiza diversos aportes a los temas monetarios, impositivos y de comercio
exterior. Su obra "Aritmética Política" ha sido muy destacada por el
aporte metodológico y por el énfasis en la necesidad de cuantificar los hechos
sociales para luego analizarlos. Algunos autores han considerado que el
verdadero padre de la economía-política es Petty en vez de Adam Smith.
La preocupación por la administración privada también
resultó fructífera desarrollándose activamente la llamada aritmética comercial,
con el desarrollo de la partida doble eI cálculo comercial y las primeras
normas de contabilidad con fray Lucca Paccioli (1494), el uso de libros de
comercio y sobre técnicas agrícolas.
Finalmente la tercera corriente está constituida por los
escritos de los proyectistas de todo tipo de obras públicas (canales,
acueductos, edificios y jardines, palacios, etc.), los administradores de las
compañías reales privilegiadas para la explotación de recursos o el comercio de
las colonias y que se difundieron en Francia, Holanda y el Reino Unido desde
los siglos XVII hasta bien entrado el siglo XIX, los prácticos que difundieron
en el Reino Unido y Francia cientos de "Discourse of Trade" y de
"Elements du Commerce", y periódicos comerciales.
5- Mercantilismo
A partir del siglo XVI la orientación de los estudios
relaclonados con lo económico cambia de énfasis: en lugar de la preocupación
por los problemas en que la justicia se veía afectada en las relaciones
comerciales, la atención se desvía para considerar la organización económica
del Estado y para buscar las causas de sus riquezas y su poder. El cambio
ocurre, en parte, por la presencia de algunos importantes hechos nuevos:
-- Los descubrimientos geográficos ampliaron los mercados y
las fuentes de abastecimiento de materias primas, aparecieron nuevos 'productos
y llega a Europa una importante corriente de metales preciosos;
—Se desarrollaron diversos descubrimientos técnicos, el
capital se acumuló más aceleradamente, se perfeccionaron las formas jurídicas
de contratos relacionados, en particular, con el comercio internacional (la
comandita, letras, de cambio);
—Se exaltó la bondad del esfuerzo individual y se consideró
al éxito cómo señal de bendición divina y con ello se pretendió legitimar el
lucro ilimitado; al mismo tiempo se consolidaron interpretaciones más benévolas
para eludir la prohibición del interés en los préstamos;
—Aparecieron los grandes Estados modernos y se consolidó el
poder real con Luis XI en Francia, los Reyes Católicos y Carlos V en España y
Enrique VIII en Inglaterra: ellos reemplazaron la Cristiandad unida del período
anterior; y, finalmente,
—La ciencia y los temas económicos se convirtieron a partir
del libro de Montchrétien (editado en 1615 y primero que incluye en su título
las palabras "Economía Política") (1) en intentos de dar respuesta a
la pregunta ¿Cómo enriquecer al Príncipe? lo cual favoreció el desarrollo del
cameralismo.
La denominación de "mercantilismo" no fue, sin
embargo, utilizada por los autores enrolados en esta orientación. Adam Smith
hablará en "La Riqueza de las Naciones" de un sistema mercantil pero
recién en la década de 1860 los escritores alemanes comienzan a utilizar el
término de "merkantilismus" que luego es ampliamente difundido y
aceptado.
Los principios que interesaron a los autores que se incluyen
en esta corrientes son los siguientes:
—política enmarcada en rígidos términos nacionales;
—fuerte apoyo para el atesoramiento de metales preciosos;
—propuesta de meta para el comercio exterior con otras
naciones para lograr un exceso de exportaciones frente a las importaciones;
—promoción directa de las exportaciones y limitaciones de
las importaciones y promoción de la expansión de la población y de la
ocupación; y
—coordinación de las políticas (externa y económica) para
lograr objetivos, de riqueza y poder.
A lo largo de los siglos XVI a XVIII distintos problemas
interesaron a los mercantilistas. Durante el siglo XVI se esboza la teoría
cuantitativa del dinero; este análisis había sido iniciado por Martín
(1)Se considera además que en inglés su aparición se demoró
hasta 1767 cuando ¡o utiliza James Stewart en sus "Principies of Political
Economy"
de Azpilcueta (según hemos visto), el Doctor Navarro de la
Universidad de Salamanca, y seguido por Serra, Mariana y Oresme. Ahora Bodin
trata el problema que preocupa a varios países europeos: la abundancia de oro y
plata y el aumento de los precios desde mediados del siglo XVI, acompañado por
el desarrollo de monopolios, la adulteración de las aleaciones de las monedas y
los efectos de ostentación y el lujo desordenados. Además de quienes se
preocuparon por los temas monetarios otra corriente conocida Como "bullionista", se
interesó en destacar la conveniencia de atesorar metales preciosos por parte
del Estado para mostrar su fuerza y su poder. Ésta corriente se opuso a la cuantitativa:
de qué sirve atesorar metales si solamente producen inflación, preguntaban los
cuantitativistas; luego disminuirían las exportaciones y se concluiría dando
salida a los metales.
En el siglo siguiente {XVII) se afianza, no obstante, el
buIlionismo: los metales conservaron su prestigio, su abundancia favorecía el
crédito y se aceleraba la producción interna. El bulllonismo termina así por
ser una teoría de la producción (expuesta como tal por el mencionado
Montenrétten en 1615): la riqueza es la masa de bienes de consumo que se haya
producido. También se plantea la pregunta ¿cuál es la actividad más productiva?
Para Sully lo es la agricultura, para otros el comercio y la industria.
Finalmente los monopolios gremiales y los privilegios reales son recomendados
cómo instrumentos para lograr el desarrollo.
Una consecuencia lógica de estas orientaciones se reflejó en
el criterio sostenido respecto del comercio exterior. Las exportaciones eran
consideradas la base de la prosperidad de las naciones y siguiendo a Bodin se
aceptan estos principios fomento de las marinas nacionales, monopolio para el
comercio con las colonias, creación de compañías con privilegios reales para la
explotación de recursos y para la navegación, control de calidad para los
productos, estímulo de los inventos, prohibiciones especiales para la actividad
y el comercio por los extranjeros, fuertes tarifas a la Importación. Estas
decisiones debían reflejarse en los resultados de la balanza de pagos, evitando
la salida de metales. Nótese que estas opiniones no consideran en ningún
momento la repercusión en los consumidores.
En el siglo XVlll Thomas Mun y J. Child, ambos ingleses, se
distinguieron en el estudio del comercio internacional. Pero comienza a
propugnarse una intervención del Estado menos severa; simultáneamente pierden
importancia los gremios y sus rígidas
reglamentaciones, y las manufacturas reales. Los estudios de los temas
económicos son más analíticos (por ejemplo el trabajo de CantilIón sobre el
comercio internacional); otra característica común fue el criterio de mantener
los salarios bajos pues algunos mercantilistas estimaban que la distribución
desigual de la riqueza y el sufrimiento eran terapéuticos, la pobreza útil y el
trabajo de los niños conveniente pues evitaba la haraganería.
A partir de 1750 se alza una fuerte crítica contra los
principios mercantilistas. La crítica se origina en diversos sectores:
exponentes del individualismo se basaron en argumentos éticos, la defensa de la
libertad (Adam Smith, Turgot, los fisiócratas) y en razones económicas pues
comienza a proclamarse que el comercio libre, con iniciativa, individual y
libre de reglamentaciones era más provechoso para las personas y la comunidad.
En el área del comercio exterior la ausencia de interferencias del Estado
permitiría la operación de los mecanismos equilibrantes en forma automática en
caso de problemas.
6 - Fisiocracia
Algunos autores consideran a esta escuela como la primera
del periodo clásico. Se desarrolló especialmente en Francia durante la segunda
mitad del siglo XVIII y algunas de sus proposiciones tuvieron una fuerte
influencia en Adam Smith.
Los fisiócratas creían en un orden natural constituido por
un conjunto de instituciones conformes con el deseo de la Providencia y que
resultaba adecuado para el progreso de la sociedad. Pero debe tenerse presente
que el orden natural de los fisiócratas era algo deseado como ideal pero que no
fue analizado frente a la realidad. Para realizar el orden ideal era necesaria
la propiedad que es distinguida en tres formas: 1. la propiedad personal, o sea
el derecho de cada hombre a disponer de sus propias facultades, es decir a
obrar con libertad; 2. la propiedad mobiliaria, o sea el derecho del hombre a
los frutos de su trabajo y 3. la propiedad inmobiliaria o territorial. El orden
natural debía favorecer a la agricultura, asegurar que este sector lograra una
retribución suficiente con el más elevado precio posible. Por eso era necesaria
la libertad del comercio exterior (de hecho de los granos), la supresión de las
aduanas interiores, salarios más elevados y un tope máximo a la tasa de
interés. Es fácil apreciar que estas posiciones eran opuestas a las del
mercantilismo que había dominado hasta entonces. El apoyo del poder se lograba
sosteniendo la soberanía ilimitada del rey, que debía concordar con el orden
natural y adaptar a él su política.
La visión de los fisiócratas se basaba en la consideración
de que la tierra era la única actividad capaz de lograr un resultado neto
positivo. Las otras actividades eran "estériles" sin que ello
implique que sé las considerara inútiles. Por tal razón la actividad agraria era la única que debía pagar
impuestos y, preferentemente, éste debía ser único. Conviene recordar que
Francia mantenía aún una estructura social-política con fuertes rasgos
feudales: aún la agricultura era el principal medio para la subsistencia y el
ritmo de acumulación también era escaso.
Otro aporte importante de los fisiócratas fue de carácter
metodológico. F. Quesnay presentó su "Tableau Economique" para
mostrar el movimiento de los ingresos en una sociedad y el destino del producto
neto. Este esquema mostró claramente la interdependencia de los flujos de
ingresos. El "Tableau" se publicó en 1758 y sin duda refleja la
influencia de la medicina {Quesnay era médico del rey y de la Corte) al
destacar el hecho de la circulación entre partes de un todo.
Para Quesnay hay tres clases y sectores: la clase productiva
integrada por aquellos que trabajan la tierra; la clase estéril, que incluye a
los dedicados a la industria, el comercio, sea en forma independiente o en
relación de dependencia; y la clase soberana, constituida por la nobleza, los
terratenientes, etc. Las actividades de estas clases generaban una serie de
flujo de ingresos que operaban de esta manera:
Este esquema es parecido al esquema en zigzag de Quesnay. La
única actividad productiva supongamos da un ingreso de 5; estos 5 son
utilizados en la siguiente forma: 2 para su propio mantenimiento y para los
gastos de cultivo del proceso siguiente y 1 para pagos a la clase estéril por
vestimentas, alojamiento, equipos, etc. La clase estéril por su parte recibe un
ingreso de 2 (uno de cada una de las otras dos clases) que utiliza 1 para
adquirir artículos de consumo a la clase productora y otro para sus vestidos,
equipos, etc. Finalmente la ciase soberana recibe 2 de la clase productora por
impuestos y renta y los utiliza uno para pagos por artículos de consumo y otro
a la clase estéril por vestimentas, etc.
El "Tableau" de Quesnay es considerado un elemento
precursor de la matriz de insumo-producto de Leontieff y es útil por las
posibilidades que abre para mostrar tas interrelaciones entre sectores; en el
tiempo puede mostrar el crecimiento de la economía.
Concluyamos recordando que los fisiócratas utilizaron como
lema de propaganda de sus pensamientos la expresión "laissez faire,
laissez passer, n'est pas trop de gouverner", que luego se convertiría en
bandera del liberalismo más extremo y tradicional. La influencia de los
fisiócratas decae rápidamente después de 1770 por una combinación de hechos
políticos e intelectuales. Las posiciones fisiocráticas fueron combatidas por
diversos grupos interesados: financieros, industriales, terratenientes,
poseedores de privilegios y otros que suponían que los alimentos iban a sufrir
aumentos de precios. La remoción de Quesnay de su posición y la edición del
libro de Smith, ambas en 1776, condujeron a la suspensión de las reformas y la
pérdida de prestigio de estas enseñanzas que se difundieron, en cierto grado,
por Baviera, Austria, Polonia, Suecia y Toscana.
Capítulo ll
El período clásico (1776-1870)
1. El mundo del
período
A partir de 1.750 y hasta finés del siglo XVIII se suceden
grandes cambios sociopolíticos, tecnológicos y económicos, especialmente en
Europa occidental. En el campo tecnológico-económico se ubica la llamada
Revolución Industrial que se caracteriza, en general, por cuatro tipos de
innovaciones fundamentales: 1. sustitución de trabajo y destreza humanos por
maquinarias; 2. sustitución de fuerza animal por energía inanimada (hidráulica
y vapor); 3. uso de nuevos materiales y descubrimientos de nuevas formas de
transformar materias primas y materiales; y 4. concentración y supervisión de
la producción bajo un sólo techo; es decir difusión del establecimiento
industrial conocido como fábrica. En e! campo político se deben mencionar la
Revolución Francesa (1789) y la Revolución Americana (1776) con dos sentidos
diferentes: en el primer caso contra el régimen social y la monarquía, en el
segundo para lograr la independencia de la metrópoli inglesa; en ambos casos
sus repercusiones fueron muy significativas. En el área de comercio
internacional debe destacarse la expansión del llamado comercio imperial y el
surgimiento del Reino Unido como potencia mundial indiscutida.
Entre 1770 y i775 sé publica una buena cantidad de libros
sobre economía política y se enciende la polémica entre fisiócratas y
mercantilistas. El Movimiento de la ilustración abogaba porque los
intelectuales y los filósofos crearan las condiciones necesarias para
sistematizar los conocimientos de la época en materia de política y de moral.
Es en ese momento en que Adam Smith publica su libro que, de hecho, es algo así
como la partida de nacimiento de la ciencia económica moderna.
2. Adam Smith
(Escocés, 1723-1790) ingresó en la Universidad de Glasgow y
a los 14 años ganó una beca para estudiar en Oxford donde se mantuvo hasta
1746. Luego enseñó Lógica y Filosofía Moral en Edinburgo y Glasgow; recorrió
Francia como tutor de un duque que luego fue su mecenas. Smith enseñaba
filosofía moral en tiempos en que esta materia comprendía como grandes. ramas
filosofía política, ética, ciencia política y jurisprudencia. Existen apuntes
de sus clases y por ello se sabe
que las dictadas con posterioridad a
(V Algunos autores (E. James, por ejemplo) hablan de varias
escuelas c/ás/cas; la primera serla la fisiocracia, más una rama inglesa (con
A. Smith, O. -Ricardo y Th. Malthus) y una rama francesa (J. B. Say y F.
Bastíat).
1760 contenían mucho material sobre economía. Nos interesa
preguntarnos qué influencias se reflejan en Adam Smith; ciertamente no son
pocas:
1. La fe en el orden natural, es decir en la creencia de un
orden natural que todo, lo soluciona. Por eso en el juego del mercado Adam
Smith confía en la llamada "mano invisible" que compensa los excesos
y en la solidaridad espontánea de todos los hombres.
2. La fisiocracia: Smith conoció sus expositores y sus
escritos (especialmente Quesnay y Mércier de la Riviere); sin embargo, era
crítico de la fisiocracia en general.
3. El pensamiento inglés precedente: especialmente en
aquellos aspectos que se opusieron al mercantilismo y al proteccionismo y los
puntos de vista de Petty, Stuart y el francés Cantillón.
4. La preocupación ética sobre el valor de las cosas, el
intercambio y la propiedad que se origina en el pensamiento medieval
escolástico.
5. La preocupación por la administración de la cosa pública
y los problemas del financiamiento del Estado se originan en los escritores
cameralistas y se reflejan, además, hasta en el mismo titulo de su obra
principal acerca de cómo enriquecer al Estado (mercantilismo) dada la condición
previa de la riqueza de sus ciudadanos..
En 1776 Adam Smith publica su "Investigación acerca de
la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones" que desarrolla en 5
grandes partes: en la primera se encuentra el esbozo de una teoría de la
producción, el valor y la distribución, concentrándose en la división del
trabajo y el proceso de formación de los precios; se trata de temas de
microeconomía. Luego considera las condiciones y consecuencias del progreso
económico, tratando el proceso de acumulación y formación del capital; el
ahorro y la Inversión; se trata, como se ve, de temas de macroeconomía. En
tercer lugar estudia la historia económica a través de la evolución del
comercio en general. La cuarta parte está dedicada a temas de política
económica donde presenta sus críticas a los sistemas fisiocráticos y mercantil
(mercantilismo) y en cambio destaca las ventajas del comercio libre (free
trade). En la parte final trata las finanzas del Estado, especialmente el gasto
público, los ingresos impositivos y el papel de las aduanas.
En el libro de Smith es manifiesto que su base filosófica es
la creencia en la bondad del orden natural y su preferencia por la eliminación de las limitaciones y trabas. El
sistema económico debía acercarse al
orden natural, pero el "gran arquitecto" necesitaba participación de
los hombres a través de la política económica que allanaría el camino y no
podía confiarse en los
gobiernos (según el ineficientes), ni en los patrones u
obreros (siempre en conflicto), ni en comerciantes, industriales o
terratenientes (también con intereses en pugna). No debe olvidarse que otro
libro de Smith ("La teoría de los Sentimientos Morales , editado en 1759)
se ocupaba de la conducta humana que decía era movida por el amor de sí mismo,
la simpatía, el deseo de ser libre, el sentido de la propiedad, el hábito de
trabajo y la tendencia al cambio de las cosas. El hombre en libertad, así,
busca su provecho y el bien común y siempre es guiado por "la mano
invisible". En cuanto al Estado reduce sus deberes a tres: defensa,
justicia, sostenimiento de obras y servicios no rentables. En suma, deseaba se
aplicara al naturalismo a la política económica, y allí desarrolla su gran
crítica al mercantilismo y sus instrumentos (las llamadas subvenciones al
sistema colonial).
El libro y el mensaje de Smlth llegan en el momento
oportuno: el mundo inglés y europeo deseaba oír precisamente eso. (2) El
empresario industrial que surgía con la Revolución Industrial necesitaba estos
argumentos para que desaparecieran los antiguos recelos sociales contra el
comercio y se estableciera claramente que el comercio era una actividad digna y
no pecaminosa ni estéril y que la intervención del Estado (o del Rey) no era
necesaria ni creaba mejores condiciones. El pensamiento de Smith es una
alabanza a la libertad económica: el orden, la prosperidad se imponen por sí
mismas en condiciones de competencia y siempre que no existan coacciones o
intervenciones. Además ante los desequilibrios, los precios reaccionan; si hay
exceso de oferta los precios bajan y ello resta estímulos a la producción y
viceversa. Como el equilibrio se realiza por sí, el orden natural resultante de
la acción de "la mano Invisible" es justo y, por lo tanto, son
perjudiciales la intervención (es decir la alteración de esas condiciones
naturales) de los gremios, del Estado y de los monopolistas.
El contenido económico más técnico se centra en la teoría
del valor y en la teoría del capital que expone Smith. Primero estableció una
jerarquía entre distintas tareas (jueces, militares, abogados, literatos,
obreros, etc) para concluir con que el trabajo es la fuente del valor con la
ventaja de que su valor unitario no varia con el tiempo. La medida real de un
bien comerciable es, entonces, la cantidad de trabajo requerida por los bienes
(así se mide el ingreso real, y se distingue la pobreza o la riqueza). El
precio real de cada mercadería se puede desagregar en componentes que premian a
cada factor de la producción en forma de salarios, beneficios y renta y cuya
suma es la definición formal
(2) Ya en 1800 se hablan publicado 9 ediciones inglesas y
otras en los Estados Unidos, Irlanda y Suiza; luego hasta 1810 habla sido traducido
a 7 Idiomas,
de precio según Smith. Este se oponía a los que encontraban
el valoren los metales, el trigo, etc., según doctrinas de siglos anteriores.
Smith distingue luego entre valor de uso (la utilidad de un
bien respecto a otro) y valor de cambio (capacidad de un bien para ser cambiado
por otro). Enuncia luego la famosa paradoja del valor mostrando cómo pueden
diferenciarse ambas clases de valor: un diamante casi no tiene valor de uso
pero tiene un gran valor de cambio y, en cambio, el agua tiene un gran valor de
uso y escaso valor de cambio. El problema principal es determinar el valor de
cambio lo cual se realiza, dice Smith, en los mercados donde el trabajo
determina el valor de cambio y el precio.
En "La Riqueza de las Naciones" existen elementos
que conforman también el esquema de una teoría de la distribución de los
ingresos. Smith presenta tres categorías de ingresos: el salario del trabajo,
los beneficios del capital y las rentas del terrateniente. Para él existe un
nivel mínimo debajo del cual el salario no puede descender ya que es el nivel
de subsistencia, pero tampoco puede exceder el mínimo por mucho tiempo. En
otras partes de su libro (Capítulo X) Smith presenta graves acusaciones contra
los titulares del beneficio (los empresarios) porque tienden a actuar en forma
monopolística y contra los terratenientes por desear cosechar donde no han
sembrado; muestra simpatías, en cambio, por los asalariados a quienes considera
explotados por los restantes factores.
En la teoría del capital, en cambio, encuentra dificultad en
cómo justificar el origen de los ingresos de los que no trabajan: cree,
entonces, del mismo modo que los fisiócratas que una parte va a los
propietarios de la tierra como valor adicional (el producto neto de Ouesnay y
del cual Marx derivaría su concepto de plusvalía).
Nótese que Smith con estos desarrollos pone los mojones al
campo de la economía: producción y division del trabajo, valor, distribución e
implanta una tradición utilitaria pero también se ocupa del antagonismo en la
sociedad. No obstante esto queda olvidado porque su tema principal era liberar
el comercio y no lo preocupaba (como le ocurrirá luego a Ricardo) el trabajo y
los alimentos baratos (germen de diferencia entre las escuelas que buscan la
armonía de los intereses y las que destacan el antagonismo, la explotación y
los medios violentos de solución).
Adam Smith vio claramente las ventajas que la población
logra con la división del trabajo y con el comercio interno, y, además, señaló
la conveniencia que el comercio internacional fuera libre sobre todo teniendo
en cuenta las condiciones de desarrollo económico del Reino Unido a fines del
siglo XVIII.
Había producido con un sistema ordenado de teorías, un marco
analítico dentro del cual durante muchos años se discutirían problemas y
políticas, y un grupo de conceptos y técnicas de análisis. Según T. Kühn la
ciencia económica lograba "formular
su primer paradigma.
»
3-Economistas ingleses y franceses
posteriores a Smith
No obstante, la prosperidad del Imperio inglés en
crecimiento y que se atribuyera la misma al régimen de mayor libertad
económica, algunos escritores fueron más pesimistas que Smith y entre ellos
varios expusieron ideas Importantes: Malthus y Ricardo entre los ingleses y Say
y Bastiat entre los franceses. El periodo culminará a mediados de siglo con la
obra de Mill.
Thomas R. Malthus (1766-1834) publicó en 1798 y reeditó con
posterioridad su estudio sobre "El principio de la población" inculpando
los males de la miseria a la desproporción que se creaba en las naciones, pues
la población tendía a crecer según una proporción geométrica (1, 2, 4, 8, 16 .
. .) en tanto que los medios de subsistencia o alimentos solamente crecían como
una proporción aritmética (1, 2, 3, 4, 5 . . .) Si tal obstáculo no es superado
por guerras, epidemias o hambrunas la única vuelta posible al equilibrio será
por el camino de la miseria o por la restricción moral del matrimonio tardío o
la continencia. También Malthus publicó en 1820 su "Principios de Economía
Política" donde analiza los períodos de decrecimiento económico que luego
se conocerían con el nombre de crisis y como causas de ellas señaló el exceso
de ahorro y la insuficiencia en el consumo.
David Ricardo (1772-1823) comienza sus escritos económicos
con una preocupación por los temas monetarios, el dinero, el crédito. Debemos
tener presente que Ricardo fue durante 35 años funcionario de la East India Co.
y también miembro del Parlamento británico. Como dice Phyllis Deane, Ricardo
"mostró por primera vez cómo un simple modelo analítico de la economía,
operando con muy pocas variables estratégicas, definidas con precisión, y
fácilmente comprensibles, podría utilizarse para analizar procesos económicos
complejos y para justificar prescripciones de políticas claras" (3)
En 1817 publicó también sus "Principios de Economía
Política y Tributación". Presenta una teoría del valor basada en que el
aprecio de los bienes está en relación con su escasez y con la cantidad de
trabajo que requiere su producción; el capital para Ricardo consiste en la
acumulación del trabajo anterior. También
(3) Phyllis Deane. op. cit. pág. 79.
distinguió entre el precio natural (determinado por el
trabajo) y el precio corriente (determinado por la oferta y la demanda). Pero
en Ricardo la parte más original es la referente a la distribución de los
ingresos (rentas en general) y cómo, en cada momento, se fija el nivel de cada
uno: la renta sube por la incorporación a la producción de tierras
anteriormente lejanas e improductivas; el salario nominal tendía a subir muy
levemente pero el salario real permanecerá en el nivel de subsistencia o se
alejará por poco tiempo de él; el
beneficio por su parte tiende a disminuir. Indudablemente que estas reflexiones
ricardianas se basaban en la situación de la industria inglesa durante las
guerras napoleónicas y al terminar las mismas. La teoría ricardiana de los
ingresos, de notas pesimistas, no resultó satisfactoria durante mucho tiempo.
Sólo lograría subsistir la renta de la tierra pero reinterpretando el concepto
en el sentido de renta "no ganada" es decir diferencias logradas en
razón de las coyunturas sociales que favorecían a determinados sectores de la
economía. En cuanto a su aporte a la teoría del comercio internacional se
destaca la explicación de las razones que permiten la existencia misma de ese
comercio; para ello formula su -ley de costos comparativos que admite el
intercambio sólo cuando las ventajas de uno de los países respecto del otro
varía según las mercaderías. En resumen Ricardo siguió los pasos de Smith al
perfeccionar la teoría del valor basada en el costo de la producción; pero su
desarrollo si bien se basó en supuestos simples (un solo factor) tuvo más vigor
y coherencia que el esquema de Smith.
Debe tenerse presente que el período que corre entre la
aparición del libro de Smith y mediados del siglo XlX cuando se cierra el
período clásico, se caracteriza en lo académico
por la penetración de la economía política como disciplina en las
universidades escocesas, Oxford
y Londres (4) fenómeno
acompañado por la gran tarea de difusión de los empresarios presentando
permanentemente peticiones al parlamento propugnando las
ventajas del comercio
libre y construyendo
la
(4) Un discípulo de Smith, Dugald Stewart enseñó un
denominado curso de economía política en Edimburgo entre 1799 y 1800. Malthus
enseñaba economía política a los cadetes de la compañía con privilegios reales
Easf India Co. En 1825 se creó la cátedra de Economía en la Univérsidad de
Oxford quedando a cargo de Nassau Senior (1790-1864), que ocupó dos quinquenios a partir de 1825 y
1847. La cátedra de la nueva London University se encargó en 1827 a J.
McCulioch, discípulo de Stewart. En Francia Say es designado en 1831 profesor
de Economía del College de france. Además debe mencionarse la influencia del
"Polítical Economy Club" que con 30 miembros comienza a funcionar en
1821 en Londres, mostrando como la economía política había dejado de ser un asunto
exclusivamente académico. Para todos ellos Smith era el punto de partida.
mentalidad que sería conocida como liberalismo económico
(5). En 1815 Gran Bretaña era el mayor poder militar y económico del mundo y
era la avanzada del desarrollo tecnológico. Esta circunstancia explica que la
prédica del libre comercio por los economistas de la época fue, en el fondo, la
racionalización de la defensa de los intereses coincidentes de las clases
comerciales e industriales del Reino Unido. De allí surge la "anglicidad"
de la ciencia económica en sus comienzos.
En Francia Jean B. Say (1767-1832), comerciante, introduce
la conocida distinción de los factores de producción (tierra, trabajo y
capital) con sus respectivos ingresos y enuncia la conocida "Ley de
Say" que dice que la suma de los valores de todas las mercaderías
producidas tiene que ser equivalente a la suma de todos los valores de las
mercaderías compradas y de allí la simplificación de que la oferta crea su
propia demanda.
Frédéric Bastiat (1801-1850) en los últimos 5 años de su
vida hizo una muy activa difusión del liberalismo económico y contra toda forma
de intervención gubernamental y de proteccionismo. Presenta una teoría donde el
valor depende, en última instancia, del trabajo que se evita una persona cuando
adquiere una mercadería, es decir, del servicio que recibe. Bastiat escribía en
forma de parábolas, sátiras y sofismas, y como ejemplo de este arte (en el cual
sobresalió) se recuerda la "Petición de los fabricantes de velas contra la
competencia del sol", en la cual se solicita al Parlamento la prohibición
de la construcción de ventanas porque a través de ellas el sol hace una
competencia desleal. En esta forma Bastiat ridiculizaba los argumentos
proteccionistas y protegía los intereses del capital privado.
A mediados del siglo XIX la economía política parecía más
conocida por sus implicaciones políticas que por sus libros científicos (ya
mencionamos el caso del "laissez-faire" y del
"free-trade"). Poco después del triunfo en 1846 con la derogación de
las leyes de cereales sus principios eran ya sabiduría convencional entre
empresarios y políticos y la economía como ciencia parecía haber sido
desarrollada para presentar una justificación del capitalismo industrial que
había traído, sin duda, un progreso acelerado como saldo.
Es entonces que aparece en Londres el libro de John Stuart
Mill (1806-1873) ''Principies of Political Economy" (1848) que distingue algunos elementos de las leyes de
producción ligadas a la verdad
física de las
leyes de distribución
que incluyen
(5) Los escritores alemanes difundieron la denominación de
"escuela de Manchester" a los defensores del
"laissez-faire"; luego se extendió a Cobden y Ricardo con su Liga pro
"free-trade" en el comercio de cereales fundada también en Manchester
en 1838 y que tuvo su auge en la década siguiente.
problemas de voluntad humana y de tipo institucional. En
ellas la costumbre pesa tanto como la competencia. Para Mili se ¡lega así a un
estado estacionario en el cual interesa más la calidad de vida que la lucha
económica.
El libro de Mill fue el texto de enseñanza que reinó hasta
que se edita el de Marshall en 1890. Mill abandona en parle la postura liberal
de los anteriores escritores clásicos pero defendió la agremiación y en otros
aspectos demostró una inclinación fabiana.
Luego del libro de Mill, las condiciones europeas en lo
económico y en lo industrial marcan el asentamiento de los poderes imperiales;
los embates sociales provocan asimismo, fuertes ataques a la economía como
ciencia desde distintos puntos de vista. La renovación interna llegará por vía
de los marginalistas que llevarán la disciplina a un terreno más neutral.
4 - ideas y aportes de los clásicos
Las ideas y aportes fundamentales de los economistas
clásicos (6) pueden resumirse así:
1. Para los clásicos
existe una estructura social integrada por trabajadores, capitalistas y
terratenientes que sustituyó el agrupamiento utilizado por los fisiócratas de
campesinos, artesanos y terratenientes. Smith se refirió a la "renta"
de. tres "órdenes" profesionales diferentes: renta de la tierra,
salario del trabajo y beneficio del capital. Para Ricardo precisamente el
problema de la economía política era determinar las leyes que regulaban la
distribución del ingreso.
2. El agente
fundamental de la producción es el trabajo y solamente él es el que crea
riquezas; el costo de la producción es medido en términos del tiempo de trabajo
utilizado, que se refleja en el valor de los bienes.
3. El volumen de
bienes y servicios que excede las necesidades de los trabajadores (el mínimo de
subsistencia de Ricardo) conforma un surplus.
4. Si bien los clásicos (Smith, Ricardo y Mill) hablan del
camino de la economía a una situación estacionaria, es claro que a esa meta se
tiende a través de procesos diferentes con la guía de "la mano
invisible", funcionando como un mecanismo que obedece a las leyes de la
Naturaleza.
Solamente Ricardo profundizó el tema de la distribución de
los ingresos entre los grupos sociales pero tenía una visión pesimista acerca
de la posibilidad del crecimiento.
5. La división del trabajo es para Smith la base
del adelanto
(6) La primera explicación del término clásico se debe a
Marx que la utilizó para referirse a Ricardo, Mili y sus predecesores.
tecnológico y de ella depende la extensión de los mercados y
los mercantilistas eran, en consecuencia, criticables precisamente porque sus
propuestas tendían a restringir el tamaño del mercado. La división del trabajo
se ve facilitada por la tarea en la fábrica (Smith se preocupa de las tareas
diferentes «que son necesarias para producir un alfiler) y este tipo de
organización demuestra la ventaja del sistema fabril.
7. Los bienes
fueron divididos por Ricardo en dos grupos: mercaderías producidas y mercaderías
escasas; en ambos casos los bienes derivaban su valor de cambio de dos fuentes:
escasez y cantidad de trabajo necesario para producirlas.
8. Los clásicos
consiguieron un campo propio para la economía y lograron desligarla de la
filosofía moral, no porque pensaran prescindir de ella sino porque el campo de
la temática económica era amplísima y la necesidad de profundizar en sus varios
aspectos excedía la capacidad humana.
9. El método
abstracto-deductivo fue el preferido por los clásicos; la posibilidad de
progreso, a través de ese camino fue la causa de la polémica con los
historicistas apoyados en lo inductivo y en sentimientos nacionales.
10. Los problemas de la macroeconomía no ocuparon la
atención de los clásicos. Su enfoque puede decirse que es preferentemente un
análisis desde la oferta y, a veces, centrado en la formulación de los hoy
conceptos básicos de la disciplina.
11. En cuanto sistema, dada la existencia de leyes naturales
que gobernaban e! funcionamiento de la economía y la guía de la mano invisible,
toda interferencia por el Estado o de los particulares era indeseable. Sobre
este punto se apoya la doctrina del liberalismo económico.
Al promediar el Siglo XIX las economías europeas ofrecían un
ambiguo panorama de progreso e innovaciones continuadas frente a la difusión de
la miseria en algunos sectores de la población. Por otra parte, el crecimiento
era quebrado periódicamente por crisis (paros, depresiones). En consecuencia
parecía razonable que muchos se preguntaran si ese era el resultado del orden
espontáneo del juego de las leyes naturales y de la"mano invisible".
Más aún ¿sería posible permanecer neutral ante tantas injusticias? Así comenzó
el ataque al capitalismo y a la escuela clásica que aparecía como el sostén
intelectual por su pesimismo y por su pasividad, también se critican las mismas
instituciones del liberalismo desde distintos ángulos: a) político, por el
resurgir y la renovación del nacionalismo contra la tradición manchesteriana de
corte universal; b) del comercio libre para la nación más adelantada, por el
proteccionismo ejercido por las nuevas naciones industriales (Alemania y
Estados Unidos); c) económico, las fallas del orden natural requerían la acción
compensadora del intervencionismo. En cuanto a la ciencía económica en sí la
reforma interna resultará posible por el aporte que realizarán los
marginalistas y por las críticas crecientes provenientes del campo de las
doctrinas y de las políticas económicas de distintas orientaciones (según
veremos en el Capítulo V). Se produce así la decadencia y la ruptura de la
unidad clásica sin perjuicio de que alguno de sus expositores (Ricardo, por
ejemplo) sean reconocidos como propulsores por corrientes del pensamiento tan
disímiles como el liberalismo, los neoclásicos y el socialista: marxista (7).
(7) Señalemos que
algunos autores incluyen a los historicistas y
a la economía de Marx como ramas
de las escuelas clásicas.
Capítulo III
Los neoclásicos (entre 1870 y 1930)
1.- El pensamiento renovador (1)
Durante el período neoclásico (cuya extensión generalmente
se acepta extender entre 1870 con la aparición de los primeros marginalistas en
tanto reconstructores de la ciencia económica, y la década de los años 30 con
la edición del libro sobre la "Teoría General" de John M. Keynes), la
ciencia económica se desarrolla vigorosamente. Desde el siglo XVI los adelantos
en el conocimiento económico se habían logrado a partir de problemas prácticos
y por necesidades políticas que excedían los límites geográficos del feudo y
luego de la ciudad. Ya a partir del siglo XIX la economía había surgido como
ciencia independiente, se había asentado con cátedras propias en los más
importantes centros de estudios, nutría sus propias polémicas producía sus
textos y también sus profesionales tornaban posesión de un campo específico. La
investigación social a mediados del siglo XIX estaba orientada por la escuela
historicista que reducía su tarea a la mera descripción de los hechos pero creó
las condiciones para la famosa polémica metodológica entre ellos {franceses y
alemanes) partidarios del método inductivo y de la observación directa de los
hechos, y los clásicos, partidarios del método abstracto y de la deducción.
El auge del período neoclásico se ubica entre la Primera
Guerra Mundial y mediados de la década de los años '30, al concluir la Gran
Crisis. Es entonces que se logra nuevamente sistematizar el
extraordinario desarrollo logrado
por la teoría
(1) El periodo neoclásico suele presentarse siguiendo dos
criterios diferentes. El primero destaca los centros universitarios donde se
desarrolló el análisis marginal y los otros temas del periodo. En ese caso se
distinguen las escuelas de Viena (también conocida como austríaca, de la
utilidad marginal, psicológica) incluyendo a Menger, Böhm-Bawerk, von Wieser y,
posteriormente, los "neomarginalistas" de la misma escuela (Mayer,
von Haye k. Morgenstern); la escuela de Lausanne (matemática o del equilibrio
general) con Courriot, Walras, y Pareto y la escuela de Cambridge (con
Marshall, Pigou) también conocida como del equilibrio parcial, ecléctica
inglesa). También se suele hablar de la escuela de Oslo (o sueca) representada
especialmente por Wicksell, Lindahl y Myrdal, orientados al análisis del
equilibrio monetario; y de una escuela americana (J. Clark). El segundo
criterio es de carácter cronológico: precursores (Cournot, Gossen), primera
generación de marginalistas (Menger, Jevons y Walras), segunda generación Von
Wieser, Bohm Bawerk, Marshall, Pareto y la escuela de Cambridge); y modernos a
partir de la década del 20. Señalemos además que otros autores acortan el
período neoclásico en 1900 a partir del cual se extiende la economía moderna.
Otros incluso hablan de un periodo de transición "más allá del neoclasicismo"
con predominio de posiciones criticas (Cfr. E. James, op. cit: p.260)..
microeconómica, debido en especial a los aportes de los
marginalistas en el área del valor de los precios y a otros neoclásicos
dedicados al análisis monetario a la distribución de los ingresos y a la
búsqueda de las condiciones del equilibrio económico. Las diferencias
sustanciales entre los clásicos y neoclásicos residen en que los primeros
parten del análisis del proceso de la producción y de las relaciones sociales
propias de una sociedad estratificada, lo cual los convierte en sostenedores
del sistema social vigente. La teoría clásica del valor se deriva de la
interpretación del trabajo "incorporado" a los bienes. El centro del
desarrollo teórico es la visión desdé el lado de la oferta: los costos de
producción, en éste caso, son las variables que predominan en la determinación
del precio. En cambio, con la nueva orientación neoclásica (específicamente
marginalista) se pone el énfasis en la perspectiva de la demanda, es decir, en
el consumidor y el consumo en general, que pasan a ser los temas centrales del
desarrollo y de los estudios de la teoría económica. El énfasis se encuentra
ahora en las unidades individuales, en el análisis del mismo proceso de toma de
decisiones y en la utilidad cómo expresión del valor.
Además la escuela clásica, aún en sus vertientes más
liberales, enfatizaba el papel activo de las clases sociales y los conflictos
de intereses en momentos en que el clima político europeo estaba exacerbado por
un creciente nacionalismo de las potencias europeas y al mismo tiempo
erosionada la cohesión social por la doctrina marxista, las revueltas de la
mitad de siglo, y por la Comuna de París de 1871. En esas circunstancias, los
neoclásicos destacan el papel del individuo en la economía y relegan el tema de
las clases sociales procurando presentarse como socialmente neutros. Así fueron
bien recibidos por una sociedad que deseaba confiar en los resultados evidentes
de la Revolución Industrial y deseaba alejarse de los conflictos.
El propósito de la ciencia económica, en opinión de
Marshall, era construir una máquina para descubrir verdades concretas. Por tal
razón los neoclásicos se "preocuparon por precisar las condiciones básicas
(supuestos) en que se analizaban y eran válidas las hipótesis. Entre estas
grandes simplificaciones de la realidad, el "homo oeconomicus" o los
mercados dé competencia perfecta y de monopolio, se destacan como
construcciones metodológicas de gran valor y el hecho de que tas mismas no se encontraran: puras en la realidad no
invalidaba su utilidad en la medida que no se olvidara que son instrumentos o
tipos, ideales. (2) aptos, sin embargo, para conocer y explicar la realidad y
también para enfrentar el tipo ideal con la realidad.
(2) El tipo ideal es un instrumento básico de lg metodología
de las ciencias sociales,
perfeccionado por Max
Weber y se
refiere a la
construcción
Los economistas tratan con los hombres y sus problemas tal
cual son y no con un hombre abstracto o 'económico', sino con uno de fibra y
sangre. Tratan con un hombre en gran parte influido con motivaciones egoístas
en su actividad comercial. . . preocupándose con aquellos aspectos de su vida
en las cuales la acción o la motivación es tan regular que puede predecirse, y
la estimación de esta fuerza puede verificarse por resultados y permite
establecer su trabajo sobre bases científicas (3)
2 - Los precursores de! marginalismo
Si bien el año 1871 es el comienzo preciso del periodo
neoclásico no pueden dejar de mencionarse por lo menos dos precursores: Antoine
A. Cournot (francés, 1801-1877} y Heimann H. Gossen (alemán, 1811-1858),
Cournot se destaca por proponer el aparato básico para el
estudio de la formación del precio y de la teoría de la firma que aún hoy es el
núcleo de los textos introductorios; asimismo, a él se remonta el principio
básico de la determinación del nivel de la producción en el cual el empresario
maximiza su beneficio cuando el costo marginal iguala el ingreso marginal.
Además, analizó diversos tipos de mercado especialmente los casos de monopolio,
duopolio y competencia perfecta a los que Cournot aportó su formulación
matemática. Sin embargo, estas no influirán mayormente hasta que Marshall las
replantee y difunda a fines del siglo.
Gossen solamente se dedicó a estudiar temas económicos en
los últimos 10 años de su vida y propuso una teoría sobre el comportamiento del
consumidor que sería más tarde redescubierta por Jevons, Menger y Walras
solamente después de haber editado sus propios estudios. En opinión de Jevons,
Gossen es el verdadero iniciador de las teorías marginalistas. Gossen propuso
tres principios básicos sobre el consumidor que pueden sintetizarse así: 1. El
placer que se logra con el consumo de una cantidad adicional de un bien,
disminuye hasta alcanzar la saciedad del consumidor, es decir que toda
necesidad disminuye en intensidad a medida que se satisface; 2. Una vez que una
persona ha gastado todo su ingreso, la misma habrá maximizado su placer o
satisfacción total solamente cuando el placer logrado con la última unidad de
cada bien comprado, sea
igual en todos
realizada con ciertos rasgos predominantes en una realidad
cualquiera, conformando una concepción lógicamente precisa. El término tipo
ideal así entendido no tiene ninguna connotación valorativa y su utilidad es
enorme en estudios como los mencionados y en estudios comparativos. (3) Altred
Marshall: Principies oí Economics (Macmillan, London, 8* edición, reimpresión
1977, pág.22
los casos; y 3. Un bien tiene un valor subjetivo y el valor
subjetivo que se asigna a cada unidad adicional de un bien disminuye y llega a
hacerse cero. Estos principios son la base de la explicación psicológica que
brinda la escuela de Viena.
3 --Los márginalistas
En pocos, años aparecen los importantes estudios de Jevons
(1871), Menger (también en 1871) y Walras (1874). Así comienza el desarrollo de
dos importantes corrientes del pensamiento económico conocidas como las
escuelas de Viena y Lausanne.
El énfasis del análisis, como ya se señaló, se trasladó
durante este período a considerar, la utilidad como base de las diferencias
entre los precios relativos de las mercaderías; y esa utilidad es la
característica que las hace deseables por los consumidores y la razón por la
cual, desean comprarlas y luego consumirlas. Además el concepto de utilidad
marginal gobierna el precio. La abundancia de un bien en un lugar (agua, por
ejemplo) hace que su utilidad marginal sea baja; si escasea (como ocurre con un
diamante) su utilidad marginal será elevada. Pero la utilidad, no obstante las
preocupaciones de esa época, no alcanzó a ser cuantificada. Más aún Pareto negó
que ello fuera posible y que las utilidades de diversas personas pudieran ser
agregadas.
a. La primera generación:
William S. Jevons (1836-1882) se preocupó por enlazar la
teoría con la investigación estadística y por destacar las ventajas del método
abstracto matemático. Jevons señaló que un bien se cambia por otro cuando la
relación de los precios de las dos mercaderías comerciadas se iguala con la
relación de sus respectivas utilidades marginales; es decir que el valor
depende de la utilidad del bien.
Carl Menger (1840-1921) es otro economista que en plena
juventud adelantó en 1871 la nueva teoría del valor fundándola en la utilidad.
El aporte de Menger se considera de un mérito tal como para que estime
revolucionario en cuanto al progreso que significó para la teoría económica. La
revolución mengeriana consistió en señalar a la persona y a su conducta (el
comportamiento del consumidor) como él punto de partida de la teoría y del
análisis económico; asimismo el intercambio tiene lugar en razón de la
diversidad de las valoraciones subjetivas respecto de un bien determinado. El
análisis margina! a partir de esta interpretación de las personas se encamina
rápidamente y se construyen otros modelos aplicables a empresarios, al Estado,
etc. demostrando su enorme fuerza explicativa.
Marte E. León Walras (1851-1926) integra el terceto de los
primeros marginalistas. Propuso una explicación de la utilidad marginal y
construyó un modelo matemático de equilibrio general con un sistema de
ecuaciones simultáneas para demostrar que todos los precios y cantidades del
sistema podían, quedar determinados unívocamente.
b. La segunda generación de marginalistas se integra con
Friedrich von Wieser (1 851-1926); sucesor de Menger en la cátedra de Economía
Política de la Universidad de Viena y con Eugene Bohm Bawerk,(1851 -1914) que
luego «sucede a von Wieser en la misma cátedra.
Von Wieser desarrolló una ley de costos que junto con
antecedentes más lejanos de los escolásticos (el lucro cesante) se reconocen
como bases del concepto de costo de oportunidad. Von Wieser también presentó el
principio de que los factores de producción se distribuirán en el caso de
competencia de manera tal que, en equilibrio, el valor de sus productos
marginales se igualará.
Bohm-Bawerk orienta sus estudios hacia la teoría de! capital
y el interés, discutiendo las proporciones que adquirirían; se destacó por
ofrecer la conveniencia de edificar la teoría de la utilidad sobre bases
ordinales y no cardinales para lo cual aceptó el concepto de curvas de
indiferencia propuesto por Edgeworth, que luego pasó a ser el fundamento de la
teoría del bienestar. El análisis marginal (cardinal al principio, ordinal
luego) aportó la fecundidad del examen de las consecuencias económicas que
despiertan los pequeños incrementos en las cantidades de una variable. Ya en la
década del 80 esta modalidad propuesta por Jevons se había adueñado del
análisis económico en Viena y en Lausanne. Esto permitió la utilización del
cálculo diferencial, la derivación de la curva marginal a partir de una función
total, la explicación de la curva de demanda y dar los pasos iniciales en la
metodología del costo-beneficio como método para la decisión entre inversiones
alternativas.
Hasta este momento el análisis marginal amplía y fortalece
la teoría microeconómica. La economía (aún economía política hasta 1890) logra
una posición firme como disciplina y su fecundidad teórica la distingue entre
las otras ciencias sociales.
c. Los economistas ingleses que suelen incluirse entre, los
neoclásicos son Jévons, Marshall y Pigou (que forman la escuela de Cambridge),
y Edgeworth en Oxford. Hemos ya considerado el papel de Jevons; ahora nos
referiremos especialmente al caso de Marshall.
Alfred Marshall (1842-1924) se graduó inicialmente: en
matemática y también enseño ciencias morales en Cambridge en los años iniciales
de su carrera académica. Su primer cátedra de Economía la logró en Bristol;
luego pasó a Cambridge en 1885, posición que retuvo hasta 1908. Marshall hizo
de Cambridge el centro de enseñanza de la economía en el mundo anglosajón e
inició en la disciplina a economistas tan famosos como Pigou (que le sucede en
la cátedra), Keynes y otros. Su obra más conocida son los "Principies"
cuya primera edición data de 1890 y que tiene el privilegio de ser el primer
libro de la disciplina que abandona la denominación de economía política (que a
su vez databa del libro de Monthcretien de 1616) por la más simple de economía.
Si bien Marshall fue el primero en utilizar la palabra
"economía" en un título se considera que fue W.S. Jevons el que
abandona la antigua forma "economía política" por la de
"economía", la utiliza en él texto de la segunda edición de su 'Theory
of Political Economy" publicada en 1879.
Marshall fortalece la gran tradición de la escuela clásica
inglesa de Smith y Ricardo, que influyen en su formación, así como von Thunen,
Cournot y Jevons y la matemática de Walras. Difunde el empleo de las
representaciones geométricas de los razonamientos económicos que había
comenzado a utilizar Cournot; y creó "Los conceptos de sustitución,
coeficiente de elasticidad, excedente de! consumidor, cuasirenta, economías
externas e internas, empresa representativa, costos primarios y suplementarios;
corto y largo plazo. . . todos ellos son viejos amigos nuestros y han llegado a
ser elementos tan familiares en nuestro arsenal analítico que difícilmente
podemos comprender cuánto le debemos" (4), distingue entre los. análisis
de equilibrio general y de equilibrio parcial, expresión esta última que
utiliza para limitarse a áreas pequeñas de. la economía.
Fundamentalmente Marshall se había planteado la formación de
los precios y de la distribución de los ingresos. En el primer caso distinguió
procesos diferentes según el periodo que se considere (corto, largo, muy
largo); en el segundo siguió a Jevons al diferenciar cuatro clases de ingresos
y de factores de producción (tierra, trabajo, capital y espíritu de
iniciativa), Su texto es aún un gran compañero de cualquier economista. (5). La
demanda se basa en la utilidad marginal decreciente en tanto que la oferta se
apoya en el costo de la producción, la iteración de los deseos del consumidor y
del productor es la generadora del precio del mercado.
(4) Joséph A.
Schumpeter: Diez grandes economistas (Alianza Editorial, Madrid, 1971) pág.
144.
(5)Hemos visto anteriormente
que los mercantíiistas fueron
los defensores del
Vilfredo F. Pareto (1848-1923), italiano pero nacido en
París, ingeniero ferroviario, sucedió a L. Walras en la cátedra de Economía de
la Universidad de Lausanne en 1892 y publicó dos tratados en 1896 y 1906.
Reelaboró la teoría de la utilidad a partir del supuesto de la Ordinalidad y
del comportamiento del consumidor con el uso de los conceptos de marginalidad y
desarrolló las bases de la economía del bienestar a partir de un criterio de
eficiencia hoy conocido como "criterio de Pareto".
ArthurC. Pigou (1877-1959) sucede a Marshall en la cátedra
de Cambridge y la mantiene hasta su retiro en 1944. Sus estudios se orientan
más hacia la teoría macroeconómica y a temas de teoría monetaria, empleo e
ingreso nacionales, los conceptos de costos e ingresos privados, públicos y
sociales y se lo considera el "padre" de la economía del bienestar.
Francis Y. Edgeworth (1845-1926), enseñó en la Universidad
de Oxford (entre 1891 a 1922) realizando valiosos aportes en materias de
métodos estadísticos y en la aplicación de curvas de Indiferencia y curvas
contractuales.
Después de la segunda generación de ta escuela de Viena (von
Wieser y Böhm-Bawerk) la difusión de sus orientaciones y métodos estaba
asegurada. A partir de 1900 surgen muchos autores en Europa continental,
Inglaterra y Estados Unidos que a veces son conocidos como
"neomarginalistas" por ejemplo en Italia Pantaleoni y Einaudi, en
Suecia Wicksell y Lindahl, en Estados Unidos Clark y Fisher, en Francia
Aftalion, Pirou y Pérroux; en la misma Viena hasta 1930 Schumpeter, Mayer y von
Mises. Walras no tuvo discípulo directo en Lausanne, pero si influyó en Italia
especialmente con Vilfredo Pareto (1848-1923) que llega a enseñar en Lausanne,
Irving Fisher (americano, 1867-1947), John Hicks (inglés, 1904 en actividad
aún) y joseph Schumpeter (austríaco, 1883-1950).
4. Los aportes neoclásicos
En resumen: la tradición neoclásica se desarrolla
vigorosamente desde 1870 hasta fines del siglo XIX y domina el panorama teórico
de las primeras
décadas del siguiente.
Los comerciante en el exterior
(especialmente cuando se dedicaba a la exportación): los fisiócratas
sostuvieron los intereses de los campesinos; los clásicos se acercan a los de
los capitalistas que invertían sus beneficios para asegurar la expansión de la
producción; Marx utiliza sus argumentos en defensa de los proletarios. Marshall
reconcilia la teoría de los costos de producción (lado de la oferta) con la
teoría de la utilidad (lado de la demanda) del consumidor de manera que los
precios son determinados por ambas posiciones "tal como una hoja de papel
se corta con ambas hojas de una tijera".
caracteres relevantes de esta corrientes pueden compendiarse
en los siguientes puntos:
1. El énfasis del análisis se coloca en los agentes del
proceso económico pues ellos son los que hacen y toman decisiones. Entonces,
desde este punto de vista, como las decisiones básicas se refieren al producir
y al consumir, los agentes o unidades económicas se dividen en productores y
consumidores. En el enfoque neoclásico lo sustancial es elegir entre
alternativas, de acuerdo a los deseos y las metas de los agentes y teniendo en
cuenta las restricciones que conforman las situaciones. En este aspecto los
neoclásicos se diferencian de los
autores clásicos y marxistas pues estos últimos estiman que las acciones de los
agentes están determinadas socialmente y la importancia radica en las
relaciones entre ellos y los medios de
producción.
2. Si los agentes económicos son consumidores y productores
la relación entre ellos se expresa en términos de demanda y oferta de bienes y
servicios, respectivamente.
3. Las características
anteriores conforman una teoría que explica los hechos económicos por la acción
de agentes o unidades individuales, es decir es una teoría fundamentalmente
microeconómíca, y, en particular, teoría del precio.
4. Las acciones de
los agentes se orientan por el deseo de maximización; los productores de su
beneficio y los consumidores de su utilidad. Está apreciación está ligada al
manejo persistente del análisis marginal; el productor maximiza su beneficio
cuando logra igualar el precio con el costo marginal etc.
6. La escuela neoclásica no es, sin embargo, absolutamente
homogénea, pues pueden distinguirse tres orientaciones: el grupo walrasiano de
Lausanne destacando el tema del equilibrio general que hace uso del
instrumental matemático en forma intensa pero descuida la explicación
económica; el grupo del equilibrio parcial (escuela de Cambridge o
marshallianos) que combina el marginalismo especulativo con el uso de pruebas
empíricas; y el grupo austríaco (o de la escuela de Viena) más puramente
marginalista.
6. Los neoclásicos no
debaten como los marxístas la dinámica de la sociedad sino que aceptan como
supuestos la permanencia de las estructuras política, social y de distribución
de los ingresos.
7. Confían en que es posible alcanzar, en el largo plazo, el
equilibrio general y el pleno empleo. El enfoque neoclásico es una economía en
equilibrio donde el precio se determina en los bienes y los
factores de la
producción por valores
que adquieren las
variables cuando están en equilibrio. No obstante, este
enfoque también fue compartido por otras escuelas (como la clásica y la
keynesiana).
5 – El periodo
1900 - 1930
Desde 1900 a 1930. Durante éstas décadas la corriente
principal del pensamiento económico se preocupó especialmente de tres grandes
temas: el equilibrio monetario; el análisis de las formas.de competencia
moderna y el equilibrio y fluctuaciones económicos. Recordemos, además, que
paralelamente se desarrollan nuevas versiones socialistas y el marxismo se
asienta como doctrina oficial a raíz de la revolución rusa de 1917 (Ver
Capítulo V).
Los economistas de esta época se preocuparon por indagar las
razones por las cuales el equilibrio de la economía se veía perturbado en todos
los países. Una de las causas exploradas fue la moneda. En esta área se
destacaron K. Wicksell (sueco, 1851-1926) que procuró integrar la teoría
monetaria en una teoría más amplia a través del análisis de los cambios en los
precios, la tasa de interés, y las relaciones entre ahorro e inversión abriendo
el camino en el conocimiento del comportamiento de estas variables. Esta linea
de estudios fue fructíferamente seguida por algunos discípulos de
Wicksell.(Dayidson, Myrdal,: LindahI, Lundberg y Ohlin).
Si bien los marginalistas eran conscientes de que el modelo
de competencia perfecta con el cual trabajan era un modelo hipotético, pero, de
gran utilidad analítica, por eso mismo procuraron conocer las consecuencias de
otros tipos de mercados más frecuentes en la realidad económica tenían en la
formación de los precios. En este tema se destacaron por sus aportes teóricos
durante la década de los años 20 y 30, P. Sraffa, Joan Robinson (inglesa,
1903-vive) en el área de la competencia imperfecta, E. Chamberlin (1899-vlve)
en competencia monopolística y H. voh Stackelberg en oligopolio.
Asimismo los economistas de esta generación enfrentaron los
problemas de economías funcionando con momentos de gran escasez seguidos por
otros con sobreproducción por lo cual desearon profundizar las razones de los
movimientos y de las reacciones compensadoras y desestabilizadoras. Por este
interés surgen los estudios sobre la aceleración de la demanda (Aftalion), el
efecto ingreso y el efecto sustitución (Slutzky, Hicks, Allen) y sobre los
principios de la teoría del bienestar (Pigou, Hobson, Arrow, Lerner, Boulding y
Scitovsky).
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